Es el primer poeta anglosajón cristiano y vivió en el siglo VII. -Su figura aparece aureolada por la leyenda. Beda, en efecto, dice que no era sino un vaquero de Streaneashalch (Whitby), monasterio doble fundado y regido por la célebre abadesa Hilda.
Cierta noche, mientras en el cenobio se celebraba un certamen de improvisación y de canto, C., consciente de su propia incapacidad, debió retirarse a orar: dícese que entonces experimentó una visión y el irresistible afán de componer poesías. El primer prodigio de su inspiración acaso fue un himno al Señor. Asombrada, Hilda habríale acogido entre sus monjes. De ellos pudo aprender C. los episodios bíblicos que luego cantaba. El mismo Beda nos ha legado nueve versos de un himno a Dios, precisamente el que se supone compuesto por C. durante la visión.
Bajo su nombre figuran además algunas versificaciones de célebres episodios bíblicos, debidas en realidad a varios autores. Más afín a los nueve versos transmitidos por Beda es el principio de la Paráfrasis del Génesis (v.), poema que, sin embargo, se atribuye también a autores de épocas diversas.