Nació el 27 de agosto de 1850 en Bolonia, donde murió el 8 de junio de 1921. Graduóse en ingeniería y, tras el ejercicio de algunos cargos docentes, llegó a catedrático de Física de las Universidades de Palermo (1880) y Bolonia (1889). Su primera obra fue L’elettrometro a induzione (1872), referente a un instrumento susceptible de revelar cargas muy débiles. Entre 1872 y 1879 llevó a cabo diversas investigaciones de electrostática sobre el comportamiento de los aislantes en campos eléctricos y las fuerzas electromotrices de contacto. En el período 1881-82 se ocupó de là descarga y la dispersión eléctricas, y aportó una valiosa contribución a la teoría de la ionización y a la electrónica. Debe singularmente la fama a sus trabajos sobre la Ottica delle oscillazioni elettriche (1897). Prosiguió la labor iniciada por Hertz, y confirmó, junto con éste y Lorentz, la teoría de Maxwell.
En las experiencias de Righi maduró Marconi su idea y forjó sus primeros instrumentos. Este científico fue también un precursor: decía en 1911: «La física de hoy podría ser denominada ciencia de los electrones». Comprendió que las propiedades magnéticas de ciertos cuerpos son manifestaciones de electrones, y situóse en el camino de la física nuclear al ver claramente que los fenómenos de la propagación de la electricidad en los gases permiten obtener indicaciones útiles sobre las estructuras atómicas. Defendió la utilidad científica de las grandes hipótesis y de las grandes síntesis filosóficas. Entre sus numerosos textos cabe mencionar, además, Il moto dei ioni nelle scariche elettriche (1903), Le nuove vedute sull’intima struttura della materia (1907), La nuova fisica (1911) y Fenómenos électroatómicos bajo la acción del magnetismo (1918, v.).
R. Frediani