Nació el 11 de diciembre de 1668 en Venecia, donde murió el 11 de noviembre de 1750. Llevó su interés a los más diversos campos de la cultura, incluso a la Numismática. Promovió en su ciudad natal la fundación de una academia parecida a la de la Arcadia, así como el Giornale dei letterati d’Italia. En 1695 empezó a componer una ininterrumpida serie de dramas para música que alcanzaron un gran éxito y le valieron el nombramiento de poeta de la corte vienesa (1718); desempeñó tal cargo hasta 1729, y señaló como digno sucesor suyo a Metastasio (v.). Se le debe la restauración de la literatura sobre una base clasicista y opuesta a las tendencias del siglo XVII. Adelantóse a Metastasio en la autonomía dramática y la dignidad artística del libreto de ópera.
Entre sus melodramas, en número superior a sesenta, cabe mencionar Lucio Vero (1700, v.), Temístocles (1701, v.) y Alejandro Severo (1716, v.). Vuelto a Venecia dedicóse a la composición de representaciones sacras u «oratorios», que la crítica juzga la parte más feliz de su vasta producción escénica (v. Poesías sacrodramá- ticas). A esta infatigable actividad poético- teatral añadió, en los últimos años de su existencia, una serie de estudios de crítica y de erudición literaria. Discutió los erro-res de G. S. Voss en Dissertazioni vossiane (1752) y escribió, entre otras biografías, las de Guarini (v.) y Davila (v.). Interesante en el aspecto documental por su relación con la vida literaria de la época es el Epistolario, publicado póstumo en 1752.
F. Doglio