Antonio Ferreira

Nació en Lisboa en 1528 y murió víctima de la peste en 1569. Fue el continuador de Sá de Miranda en cuanto a la introducción del ideal y la teoría rena­centistas en Portugal.

Estudió Leyes en la Universidad de Coimbra y luego, en 1556, empezó a trabajar como funcionario públi­co. Se casó en primeras nupcias con Maria Pimentel, muerta prematuramente, y en 1564 contrajo un segundo matrimonio con Maria Leite; tuvo de ésta dos hijos, el mayor de los cuales, Miguel Leite Ferreira, editaría en 1598 sus Poemas lusitanos (v.), que com­prende sonetos, epigramas, odas, elegías, epitafios y epístolas.

Entre sus mejores so­netos figuran los que lamentan la muerte de su esposa. Las epístolas responden al modelo horaciano y afirman la importan­cia del «arte» y de la «doctrina» en la crea­ción poética; propugnan además una epo­peya que celebre las victorias portuguesas e invitan al culto de la lengua nacional.

En este último aspecto, Ferreira dio un buen ejem­plo : en una época de literatura bilingüe, no escribió, en efecto, un solo verso en castellano. La tragedia La Castro (v.), com­puesta hacia 1558 y publicada también póstuma en 1587, revela la intención de adap­tar el clasicismo al espíritu y a las tradi­ciones del propio país; a tal drama, que vuelve a tratar un tema grato a la sensi­bilidad hispánica, se halla vinculado esen­cialmente el nombre de nuestro autor.

J. Prado Coelho