Nacido en Aussig (Bohemia) el 22 de marzo de 1728, murió en Roma el 29 de junio de 1779; fue uno de los máximos exponentes del neoclasicismo como pintor y como teórico de la pintura oficial de la reacción antibarroca. Mengs se vinculó, tanto en su obra pictórica como en su trabajo (Pensamientos sobre la belleza y el gusto en la pintura, v.) a las teorías del idealismo seiscentista de Bellori, inspirándose ante todo en la obra de Rafael y de Correggio. Ejerció gran influencia en ello la amistad que trabó en Roma con Winckelmann (v.), en aquella ciudad que había de considerar como su verdadera patria.
Y para que esta ciudadanía fuera completa, no vaciló en convertirse al catolicismo y casarse con una mujer romana. Roma le compensó con exceso del amor que hacia ella sintió: las pinturas del techo de la iglesia de S. Eusebio y las de la Villa Albani lo hicieron célebre inmediatamente. Nombrado en 1771 príncipe de la Academia de San Lucas, fue considerado como uno de los más grandes pintores de todos los tiempos.
G. Arneri