Alexandru Davila

Nació en 1862 en Goleşti (Muscel) y murió en 1929. Era hijo del ge­neral Carlos Davila, posiblemente de origen español, a quien corresponde el mérito de haber establecido la enseñanza médica en Rumania.

Estudió en su patria y en París; a los catorce años se leyó de un tirón las obras de Shakespeare, y ya desde sus tiem­pos de escolar reveló facultades de actor. El teatro, en efecto, constituyó siempre su afi­ción más profunda y no dejó de serlo ni cuando su actividad oficial parecía marchar por derroteros muy distintos — perteneció a las legaciones de Roma y París (1881) y fue inspector de policía —.

La época durante la cual dirigió el Teatro Nacional de Bucarest (1905-08) marca una de las etapas más bri­llantes en la historia de la escena en Ruma­nia. Autor además de director y actor, en 1901 compuso el mejor drama histórico, posiblemente, del teatro rumano, El príncipe Ladislao (v.), estrenado en el año 1902, y cuya paternidad la revista Flacára, en una tan larga como poco documentada campaña de prensa, trató de arrebatarle en favor de Odobescu.

En 1929, año de su muerte, Davila ganó el premio nacional de literatura. Ello sirvió para llamar la atención de la crítica acerca de un escritor que, paralítico desde hacía ya catorce años, había sido olvidado como hombre.

R. Del Conté