Poeta arabigoespañol; nació en 1333 y murió después de 1393. Hijo de un humilde herrero del barrio del Albaicín de Granada, que además de su oficio, alquilaba asnos. Desde su más tierna infancia, Z demostró notable predisposición para las letras, por lo que, su padre, en vez de orientarle en su oficio, lo ingresó en la enseñanza alcoránica y después en la «madraza» (especie de universidad) donde a la sazón enseñaba la más brillante generación de sabios magrebíes que dio Granada, entre los que figuraban Ibn Marzuq (m. en 781 = 1379) e Ibn al-Jatib (m. en 776 = 1374) que tanto le ayudarían en su carrera político-literaria, aun cuando el segundo, con sobrados motivos personales, escribiera andando los años una biografía que dejaba muy mal parado a nuestro autor al que, entre otras villanías, achacaba la de haber dado muerte a su propio padre de una enorme paliza.
Sin embargo, los demás historiadores no mencionan tal hecho. Todavía en plenos estudios, su profesor Ibn Marzuq le presentó al príncipe mariní Abu Salim Ibrahim, hijo del rey Abu-l-Hasan (el de la batalla del Salado) que por entonces se hallaba retirado en Granada, y del que fue secretario hasta ingresar más tarde en la administración del Estado granadino. Asesinado Abul- I-Hasan por un loco, le sucedió en el trono su hijo Muhammad V, quien a su vez fue depuesto por su hermanastro Ismael II. Muhammad V huyó a Marruecos, y nuestro autor, que contaba entonces veintiséis años, se expatrió con él. Allí amplió sus estudios y se dedicó a las ciencias especulativas al tiempo que disfrutaba de una vida regalada, Asesinado a su vez Ismael II, Muhammad V retornó triunfalmente a ocupar el trono de Granada y Zamrak, que le había sido fiel en el destierro, pasó a ser su secretario, en tanto que Ibn al-Jatib ocupaba el puesto de gran visir.
No están claras las causas por las cuales diez años después Zamrak tomó parte principal en las intrigas que precedieron a aquella destitución de la que, por otra parte, fue el primer beneficiado al pasar a ocupar el puesto de gran visir en sustitución de quien tanto le había ayudado. Enemistados ambos y sabiéndose Zamrak odiado y escarnecido por su antiguo profesor Ibn al-Jatib, mandó fríamente aquél asesinar a éste, mal- pagando así cuantos beneficios antaño recibiera (776= 1374). Muerto Muhammad V en 793 = 1391, y aun cuando nuestro autor había demostrado gran habilidad política en años tan difíciles para el Mogreb, fue depuesto y encarcelado bajo la acusación de aquel inicuo asesinato. Todavía Muhammad VII le repuso en su cargo de gran visir, pero por poco tiempo, ya que los partidarios de Ibn al-Jatib lo asesinaron junto con sus dos hijos y toda la servidumbre para que no quedaran testigos. Dejó una variada producción de Poesías (v.): elegías, panegíricos, temas descriptivos y florales, cacerías, fiestas y composiciones eróticas. La mayor parte de sus versos están dedicados al rey Muhammad V. Algunos de ellos figuran esculpidos en los muros de la Alhambra de Granada.
J. R. Manent