Para el autor, no hay duda: el socialismo es hoy en día la verdadera ideología de los ricos, pues para llegar a ser rico en una sociedad como la actual es preciso concitar la aprobación de la sociedad y eso sólo se consigue propugnando medidas a favor de la sociedad, o de los más desfavorecidos. O aparentarlo, al menos.

Esta es la tesis central de un libro a medio camino entre el análisis y el cinismo en el que se analizan los iconos, el santoral y las procesiones del progresismo, desde la ecología, al reparto de riqueza, pasando por contradicciones tan flagrantes como la simultaneidad entre el culto al pacifismo y el culto a figuras tan violentas como por ejemplo Che Guevara o la condena al consumismo desde la publicidad masiva, la fabricación en serie y el consumo desenfrenado de símbolos materiales que significan justa y exactamente lo contrario a lo que predican.

La conclusión de Almodóvar es que el socialismo no existe en realidad, que es una alucinación mental: que la gente se cree socialista pero no lo es en realidad, sino que cree serlo porque le ayuda a sentirse mejor con una realidad que ni ha elegido ni puede digerir o encajar en su escal a de valores.

Según este libro, quienes hablan de la sociedad como fin último buscan una vía alternativa para la consecución de fines individuales que, de otro modo, les estarían vedados.

La lista de tesis es muy larga y a veces contradictoria, pero puede ayudar, se esté de acuerdo o no, a mirar las ideologías, todas, bajo la óptica de las motivaciones que las hacen posibles, pues las ideologías no son ya conjuntos de ideas, sino corpúsculos estéticos con más o menos capacidad emocional.