Demian (Hermann Hesse)

Hermann Hesse es un escritor alemán, como ustedes saben, y sin embargo estuvo radicalmente en contra de la I Guerra Mundial y del nazismo. ¡Qué extraño! ¿Verdad? Pues sí, también había alemanes que no se entusiasmaron lo suficiente con el Führer, entre ellos este auténtico genio de la literatura de nuestro siglo.

La narrativa de Hesse siempre ha estado muy influida por las religiones brahmánicas de la India, pese a lo cual nunca cayó en el mismo error que miles y miles de progres de nuestro tiempo, a saber: que la India consiste en meditar, decir “ohm” como si se fuera una vaca y pagarse viajes millonarios para “encontrarse a sí mismos” en los que sospechamos que la pasta viene de sus modernos padres forrados (como ejemplo de la cara que le echan estos supuestos elementos reivindicativos del espíritu, no sé si recuerdan el secuestro por parte de unos musulmanes integristas de un vuelo de India Airlines, en el que iban dos parejas de españoles; una de ellas vivía en Ibiza, donde regentaban un pub que por lo visto les daba bastante pasta, porque la parejita se había pegado tres meses de vacaciones por India, Nepal y Pakistán y volvía entonces a España. Carlos Oswaldo – o algo así – uno de los elementos de la pareja, declaró a los periodistas que durante el secuestro estaba muy preocupado porque tendría que haber ido a cobrar el paro varios días antes: es decir, vacaciones, pubs expoliadores de ingleses borrachos y subsidios del gobierno = España cañí).

En fin, a lo que íbamos: Demian es una excelente novela que nos lleva a una reinterpretación de uno de los pasajes de la Biblia, el que se refiere a los marcados con el estigma de Caín, oficialmente malditos y vendidos al diablo, pero que aquí se leen de una manera muy distinta: el estigma de Caín lo llevan aquellos que no se resignan a la mediocridad de las sociedades contemporáneas, que están poseídos de la convicción de que el potencial humano va mucho más allá de lo que se nos dice. Naturalmente, cada uno ha leído la novela como le conviene: algunos creen que Hesse se refiere a la Nueva Mayoría destinada a desalojar el felipismo; otros se muestran más proclives a pensar en el colectivo gay – lesbiana, o en aquellos que tienen Rh negativo. Nosotros estamos persuadidos de que Hesse se refería a los lectores y redactores de La página definitiva, motivo por el cual (entre otros) les recomendamos encarecidamente la novela.

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»Demian (Hermann Hesse)»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «Demian (Hermann Hesse)»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI

Demian (Hermann Hesse)

El año pasado, más o menos a estas alturas del año me leí Narciso y Goldmundo. Me encantó. Quizás a todos nos parezca un poco simplista y maniqueo presentar la realidad a través de dos posiciones enfrentadas (que es lo que hace Hesse en la mayoría de sus libros). Sin embargo, la riqueza y la novedad de Hermann Hesse radica precisamente en los matices que opone, en las partes que confronta y el diálogo que surge de ellas. Así, aunque siempre será maniqueo y facilón confrontar al eterno bueno con el eterno malo cuyo caballo galopa taaaaaaaaan desesperadamente despacio, cuando se confrontan dos formas parecidas pero igual de vitalistas de ver la vida, como es la confrontación en Narciso y Goldmundo, pues la cuestión ya no parece tan sencilla de resolver ni tan obvia de percibir.

La historia de cómo Demian, die Geschichte von Emil Sinclairs Jugend llegó a mis manos es también bastante curiosa. Resulta que lo compré a través de Amazon.de. Ellos me pusieron en contacto con una librería de Hannover, que se encargó de enviarme el libro. Lo malo es que el tal libro no llegó, así que me puse en contacto con la susodicha librería, a la cual no le hizo ninguna gracia que el libro no hubiese llegado. Estuvimos esperando para ver si llegaba e intercambiamos correos casi todos los días para decidir qué hacíamos: yo quería volver a comprar el libro, ellos no querían que yo lo pagase… Al final me volvieron a enviar el libro de forma totalmente gratuita, pero hemos quedado en que yo invitaré a un café a mi proveedora (una enamorada de Spanien) en cuanto venga por la piel de toro. La verdad es que es una bonita historia que no dejó de recordarme al libro 84 Charing Cross Road (por más que yo no esté tan de la chavetilla como Helene Hunff;-)

Bien, vayamos al grano. La historia de Demian comienza con la historia de Sinclair y se narra a través de ella, ya que, en realidad, el libro es una narración en primera persona del propio Sinclair, que nos cuenta cómo conoció a Demian y cómo éste influyó en su vida.
La historia es la evolución de Sinclair, desde que es un niño aterrorizado por otros niños con poder sobre él, hasta que se convierte en un joven maduro y reflexivo; pasando, cómo no, por la típica fase rebelde que a veces cursa con regueros de alcohol.

Sinclair es un crío de buena familia a quien otro crío aterroriza y chantajea. Demian es el chico misterioso de la clase, que irradia algo especial cuando se le mira. La amistad de ambos chavales se traba a partir de una reinterpretación que Demian hace de la historia bíblica de Caín. Para Demian, el signo de Caín recae sobre todas aquellas personas que no se resisten a ser asimiladas por la masa, que quieren sobresalir. Caín no era malo, sino superior, diferente. Para Demian, la gente tenía miedo de Caín y de sus hijos porque había algo en ellos, apenas perceptible, que denotaba su diferencia, su superioridad. Y la gente lo interpretaba como una señal del mal. Pero según Demian, no es así, sino que Caín y sus hijos eran gente con valor y carácter, lo cual no agrada mucho a la gente:

”Leute mit Mut und Charakter sin den anderen Leuten immer sehr unheimlich” La gente con valor y carácter siempre le resulta incómoda (desagradable) al resto de la gente.”

A Sinclair, la explicación no acaba de convencerle, aunque tampoco le deja impasible. Pero poco a poco va comprendiendo. Y es que él mismo sentía que pertenecía a dos mundos distintos: uno bueno, conformado por su familia y su casa; otro malvado, conformado por otros chavales de su clase. El problema radicaba siempre en la forma de conjugar ambos mundos, o de mantenerlos en equilibrio.

El tiempo pasa y Sinclair se va a estudiar a otra ciudad. Allí, se deja caer en el lado “malo” y lleva una vida despreocupada y regada con abundante alcohol. Hasta que un día, vuelve a recordar a Demian y comienza, por fin, a comprender que él también lleva en sí el signo de Caín y que la bondad y la perversidad están conjugadas y forman un todo indisoluble, cuyos límites no se pueden establecer. Demian resume este proceso que sufre Sinclair en una frase:

“Wer geboren werden will, muss eine Welt zerstören” (El que quiera nacer, debe destruir un mundo)”

El resto del libro se ocupa de la evolución del carácter de Sinclair y de su progresivo ensimismamiento. Este ensimismamiento, la búsqueda del poder y de la capacidad para hacer las cosas y para cambiar el mundo en uno mismo es una de las ideas básicas del libro, que se repite continuamente bajo diferentes formas. Por ejemplo, Pistorius, un amigo de Sinclair que comparte con él la concepción unitaria del bien y del mal, le dice en una ocasión:

”Die Dinge, die wir sehen […] sind dieselben Dinge, die in uns sind” (Las cosas que vemos, son las mismas cosas que están en nosotros).

Y es que uno tiene que aprender a meterse en sí mismo como hacen las tortugas.
Finalmente, el poder mental de Sinclair pasa por poder llamar desde su voluntad a las personas, sólo con el pensamiento, como le ocurre con la madre de Demian.

Aunque Hermann Hesse está influido por la obra del psicoanalista Carl Jung así como por las religiones brahmánicas, las ideas que plantea en el libro son patrimonio de la humanidad; no hace falta comulgar con el psicoanálisis ni con ningún tipo de religión para asistir al proceso de búsqueda del yo de Sinclair, sentirlo, comprenderlo y compartirlo. La inquietud por encontrar la esencia que nos lleva a hacer las cosas, es algo que revolotea por todas las cabecitas que pueblan la tierra y que sobrevuela la historia y la geografía. Aunque existen muchos símbolos en el libro, como son los sueños de Sinclair o los dibujo que él hace y que no son en realidad, más que dibujos de sí mismo en lo que tiene que aprender a reconocerse, no es necesario haberse iniciado en ningún tipo de ritual para comprender la esencia del libro y el problema sobre la autoconciencia que Hesse nos plantea.

En ocasiones, el libro puede resultar algo idealista, puesto que Demian plantea que la capacidad de la mente va mucho más allá de lo que parece que va. En realidad, sólo nos hace falta reflexionar un poco y aplicar la idea para ver que, en efecto, cuando uno quiere algo, basta desearlo con mucha fuerza y entonces se cumplirá. No por arte de magia, sino porque el deseo nos pone en movimiento para hacer todo lo posible para cumplirla. Así pues, Demian no es tan idealista como parece. De hecho, la misma frase acerca de nacer y destruir revela que parte importante de la vida humana es el esfuerzo y que nada sale de la nada:

Probablemente todos tenemos un poco de Sinclair y un poco de Demian. E incluso quizás todos tengamos el signo de Caín. Sólo hay que aprender a mirar, en cada caso, qué significa. Y eso se consigue viajando como las tortugas.

http://blogs.ya.com/lomejordeloslibros/200504.htm

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»Demian (Hermann Hesse)»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «Demian (Hermann Hesse)»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI