El comisario Brunetti recibe la visita de un funcionario que le informa ciertas ilegalidades en su apartamento, concretamente que oficialmente no existe, lo cual puede suponer el pago de una multa y el derribo del mismo. Días después el comisario recibe una llamada telefónica del mismo funcionario que quiere comentarle un tema en privado, pero dicha información no llega al comisario porque el funcionario muere en un accidente. A partir de este hecho Brunetti comienza a investigar en la enquistada corrupción italiana, concretamente en Venecia.

Cogí este libro porque tenía ganas de conocer a la autora, ya que nunca había leído nada de ella. El libro se lee bastante fácil y es entretenido, aunque estoy segura que este título no debe ser uno de los mejores. En cualquier caso, de momento me ha gustado y volveré a leer más títulos de ella a ver qué tal.