[Una peccatrice]. Novela juvenil de Giovanni Verga (1840-1922), publicada en Turín en 1866. Es la historia del amor de un modesto estudiante, Pietro Brusio, por una fastuosa mujer, Narcisa Valderi, condesa de Prato: al principio la contemplación apasionada y desesperada; luego las orgías, en la vana búsqueda del olvido; por fin el trabajo, a la conquista de una fácil gloria literaria, que lleva consigo también la conquista de la deseada mujer.
Sin embargo, seis meses de delirio y voluptuosidad llegan a cansar al hombre, y la «vampiresa» ahora ya su esclava, al darse cuenta de que él fatalmente se le va escapando, cansada y trastornada, se envenena y muere entre música y besos. Brusio sigue viviendo, arrastrando, como un vencido, el peso de su íntima mediocridad. La novela, que Russo llamó «un verdadero museo de los horrores románticos, coleccionado con ingenuo mal gusto, por un provinciano de talento», mezcla, en la turbia elocuencia de un estilo apasionado y exasperado, elementos biográficos, extravagancias sentimentales y falsedades literarias; y su valor intrínseco es casi nulo.
Sin embargo es interesante y característica, ya que nos muestra al futuro y gran escritor de los Malagana (v.), atento en cierto modo a liquidar el romanticismo con la misma ejemplar violencia de sus obras posteriores, mientras se revela capaz de rasgos seguros, llenos de un agudo y vigoroso realismo, que a veces resaltan de una manera curiosa en el retórico desorden del conjunto.
E. C. Valla