Ukiyo-Buro o Ukiyo –Furo, Shikitei Samba

[El mun­do en los baños]. Novela cómica japonesa de Shikitei Samba (Kikuchi Taisuke, 1775- 1822), publicada desde 1808 a 1813 en cua­tro fascículos divididos en nueve capítulos.

El título original es Odoke-banashi Ukyo- buro [Cuentos cómicos sobre el mundo en los baños]. No se trata propiamente de una novela, ya que falta una verdadera trama; en esta obra Samba no hace más que pre­sentar una serie de tipos, escogidos entre los hombres del pueblo, que frecuentaban en sus tiempos los numerosos baños populares de Yedo (hoy Tokio). Nos los muestra en el ocio, discutiendo, criticando, chismorrean­do, juzgando, y escoge para cada uno de ellos la actitud más adecuada para poner de relieve los aspectos típicos de su men­talidad y carácter, de manera que resalte su lado cómico o absurdo. Las conversacio­nes entre los plebeyos rebosan de natura­lidad, y el lector tiene la impresión de vivir entre ellos, sacando una clara visión de la vida de la época. Hay una verdadera galería de figuras, de las más comunes: jóvenes que regresan de una noche de juerga, medicastros ignorantes que hacen alarde de una cultura que no tienen, campe­sinos, viejos vividores, niños que se pelean, empleados; entre las mujeres encontramos a la buena mujer de su casa, la bailarina, la criada, la nodriza, la maestra de canto y mil más.

La obra está dividida en cuatro partes; la primera y la última tratan del departamento masculino de los baños, y las otras del femenino. El Ukiyo-buro, con el Ukiyo-doko (v.) del mismo autor, y con el Hizakurige (v.) de Jippensha Ikku, repre­senta una de las mejores producciones del humorismo japonés y una de las obras más notables de la literatura de la época Tokugawa (1603-1868). Samba era, en el fondo, un vividor, libre y despreocupado, con una innata tendencia a la diversión y a la bebida, pero dotado por la naturaleza de una autén­tica vena humorística, espontánea e inagota­ble. Su humor es más fino y menos áspero que el de Ikku, con respecto al cual resulta también menos obsceno y por tanto moral­mente superior. El texto del Ukiyo-buro se aprecia mucho, no sólo por su estilo ori­ginal, sino también como documento de la lengua hablada en la época, en la que están escritas todas las partes dialogadas.

Y. Kawamura