Tratado de Derecho Penal Alemán, Albert Friedrich Berner

[Lehrbuch des deutschen Strafrechts]. Obra doctrinal de Albert Friedrich Berner (1818-1907), publicada por vez primera en 1857, corregida y ampliada en la quinta edi­ción (1871) en armonía con el nuevo Có­digo alemán.

Después de dar por supuesto que al estudio del Derecho penal es nece­saria la aplicación del método y del principio filosófico, el autor afirma que la pri­mera investigación versa sobre el funda­mento del derecho punitivo del Estado, que resume la esencia del Derecho penal, en cuanto comprende tanto su aspecto subje­tivo como el objetivo. Después de desarro­llar un docto análisis de las doctrinas tra­tadas («relativas» las que se remontan a un principio extrapenal, «absolutas» las que descansan sobre un principio autónomo, «mixtas» las que tratan de conciliar los dos principios), expone la propia, que quiere ser un perfeccionamiento y una superación en una «unión sustancial» de todas las res­tantes. «La pena es un acto de justicia»; res­tablece el derecho lesionado devolviendo, mal por mal al ofensor; a cada uno lo suyo, según la culpa.

El fundamento de la pena es por lo tanto la retribución. Las funciones de la retribución son la satisfacción (moral ade­más de utilitaria), el arrepentimiento y la intimidación. Su fin es la defensa del Esta­do, como seguridad y prevención. El eclec­ticismo de estas premisas proyecta sus efec­tos sobre la definición que el autor da del delito: «aquella clase de acciones inmorales con las que el individuo ofende la volun­tad común, atacando un derecho público o privado, o también la religión o las cos­tumbres, ya que el Estado necesita de éstas para su conservación». No es difícil reco­nocer en esta definición que el principio moral, proclamado fundamento de la fun­ción punitiva, está condicionado por la elec­ción que hace el Estado, por motivos per­sonales, de algunas acciones inmorales que quiere castigar.

Esta limitación es bastante notable, y abre camino a la concepción con­temporánea de la absoluta estatualidad de la pena, en que quedó aquel residuo lla­mado «mínimo ético», que se reduce a la realidad de la exigencia estatal, cuya natu­raleza ética precisamente tiene en tal rea­lidad su origen. El Tratado es una completa y sistemática exposición del Derecho penal, y en él se refleja claramente el Código ale­mán, que tuvo en Berner un precioso y eminente compilador.

A. Repací