Es uno de los más conocidos, simpáticos y bien logrados personajes de Wilhelm Busch (1832-1908), y llena con sus hazañas toda una trilogía de cuentos humorísticos en verso y con ilustraciones caricaturescas del autor.
El primer cuento tiene por título Aventuras de un soltero [Abenteuer eines Junggesellen] y fue publicado en 1875. Tobías Knopp se da cuenta un día con dolor que se está haciendo viejo y entonces, para distraer su melancolía, decide salir de viaje a buscarse una compañera. Muchas son, empero, las desilusiones que le aguardan: encuentra, en efecto, a una anciana y fea solterona, en lugar de la suave muchacha que había sido su primer amor, y no consigue estar mucho tiempo junto a ninguno de sus numerosos amigos porque, a cualquier sitio que llegue, tiene aventuras desagradables. Por fin regresa a su casa y al ver a su criada, «su buena Dorotea», comprende que allí, con ella, encontrará la felicidad que en vano buscó en otras partes. El segundo cuento tiene por título El señor y la señora Knopp [Herr und Frau Knopp] y se publicó en 1876.
La vida de los esposos Knopp transcurre feliz y tranquila en perfecta armonía; Tobías está muy satisfecho con su nuevo estado, y a menudo se proclama a sí mismo como el más afortunado de los maridos. Un día, empero, surge en casa una pequeña nube, y entonces Tobías vuelve a sus costumbres de solterón, permaneciendo hasta entrada la noche en la taberna. Sin embargo, una palabrita que Dorotea le dice dulcemente al oído a la mañana siguiente, le hace de nuevo tierno, emocionado y arrepentido. Vuelve a brillar el sol en la casa de los Knopp, y al poco tiempo Tobías es padre feliz de una linda chiquilla. El tercero y último cuento tiene por título Julieta [Jülchen], y fue publicado en 1877. La pequeña Julieta crece sana y viva, tramando mil travesuras; algo sabe de ello su indulgente padre, pues sus objetos personales a menudo se hacen añicos después de pasar por las manos de la pequeña.
La vivacidad de Julieta no se apacigua con el correr del tiempo; en efecto, hecha ya una linda muchacha, se divierte descorazonando de todos los modos a sus numerosos galanes, y jugándoles las peores pasadas. Por fin, tras obtener el consentimiento paterno, se casa con Fritz, su amigo de infancia. Tobías Knopp cumplió ahora ya con su deber y puede cerrar serenamente su vida terrenal. Tobías Knopp es el buen burgués alemán de la época de la revista «Fliegende Blätter» (v.), y Busch lo retrata con la sencillez de sus dibujos, al igual que con la popular gracia de sus versos, con sabrosa caricatura, aunque con un fondo de dulce benevolencia.
L. Callari