Tipos y Paisajes, José María de Pereda

Narraciones del no­velista santanderino José María de Pereda(1833-1906). En Pereda, ganan los elementos regionales descriptivos a la trama de las novelas, que suele resultar insulsa y lenta. «Es el ambiente, las peñas o el mar lo que da un valor perdurable a las producciones del montañés», dice Valbuena Prat.

Comenzó su carrera literaria por los cuentos y cua­dros de costumbres, de sabor regional, de encanto primario. Fueron éstos Escenas montañesas (v.) y Tipos y paisajes. Desde aquí se muestra lo que sería el realismo peculiar de Pereda, herencia literaria espa­ñola, y, además, observación de ambiente y caracteres de sus tierras. El fuerte descrip­tivo del santanderino consistía en la nota recia, vigorosa, en contraste con la bonachonería dulzona de Trueba, su prologuista, que encontraba a Pereda pesimista. La crí­tica suele destacar del libro Tipos y paisa­jes una narración: «La Bruja», cuento o cuadro de costumbres, denso de emoción. Hay que destacar también que el autor unía a la vez la atracción por lo que describía con un tono de sátira o rasgos caricatures­cos. Pereda fue un limitado hombre de su tiempo, pero una crítica negativa, de hoy, olvidaría demasiado el hondo valor de una aportación literaria que tuvo su peso y su gravedad humana.

C. Conde