Es la tercera colección de versos del poeta ruso Valery Jakovievič Bryusov (1873-1924), publicada en 1900, en la que todos los elementos constitutivos de su personalidad de decadente simbolista se manifiestan en su fase más aguda.
El volumen comienza con el ciclo titulado «Retorno», en1 la primera poesía del cual Bryusov proclama su liberación del «desierto» del individualismo para «volver a los hombres». El poeta, que «durante muchos inviernos no ha visto la realidad… no ha conocido a su siglo», vuelve ahora su mirada hacia la vida. Y puesto que mientras vagaba por el desierto de la soledad y de la apostasía, la realidad ha cambiado sensiblemente, el poeta se siente fascinado por la imprevista y nueva visión de la ciudad moderna. De este su entusiasmo puede decirse que nace la poesía urbanista rusa contemporánea: sus paisajes ciudadanos superan notablemente las alusiones a la «poesía de la ciudad», que Pushkin y Nekrasov habían hecho al principio y a la mitad del siglo XIX. También en las poesías dedicadas a la naturaleza se deja ya sentir el «poeta de la ciudad», con una evidente influencia del arte de Verhaeren, del cual en este volumen se dan algunos ensayos.
Los ojos del poeta se vuelven hacia el futuro, con un notable alejamiento de sus dos primeras colecciones de poesías, Simbolistas rusos y Me meum esse. y con precisa anticipación de los motivos de casi todas sus colecciones siguientes, especialmente de Urbi et Orbi. En la Tertia Vigilia aparece también el característico motivo (más tarde desarrollado por Bryusov) del fin de la cultura burguesa, por lo cual, al estallar la revolución bolchevique, pudo ser considerado como poeta comunista. En Tertia Vigilia, lo mismo que en todas las colecciones de versos de Bryusov, con excepción de las primeras, demasiado deliberadamente extravagantes, se nota un minucioso cuidado de la forma, siempre bajo la influencia de los grandes poetas rusos del pasado, como Pushkin y Fet, que a Bryusov le fueron no menos caros que sus maestros occidentales (Th. Gautier, Th. de Banville, Heredia, Verhaeren, etc).
E. Lo Gatto