Terapia de los Males Paganos, Teodoreto de Antioquía

Es el último, en orden cronológico, de los escritos apologéti­cos cristianos compuestos por Teodoreto de Antioquía, obispo de Ciro, en Siria (hacia 393-hacia 458).

Comprende, en doce libros, un tratado sistemático de las ideas cristianas, que son examinadas minuciosamente y con­frontadas con las paganas. En el primer libro se defiende la fe como base y fundamento de todo conocimiento; en el segundo y en el tercero se habla del origen del mundo — que los paganos explican diversamente y los cristianos consideran con unanimidad como obra divina —, de los espíritus y de los demonios confrontados con las divinida­des paganas; los dos libros siguientes expo­nen las doctrinas paganas y cristianas sobre el origen de la materia y del hombre; el sexto trata de la providencia divina; el séptimo, de los sacrificios; el octavo, del martirio de los cristianos en oposición a los héroes griegos: en el libro noveno, las leyes divinas son comparadas con las leyes hu­manas; el décimo trata de los vaticinios, en los que tampoco creían los filósofos anti­guos; el siguiente, del fin de la vida hu­mana según los cristianos y los paganos; en el duodécimo y último, sobre la vida de los cristianos, más santa y pura que la de los más ilustres filósofos paganos.

Teo­doreto, en su exposición, no añade gran cosa de original, pero tiene el mérito de recoger y exponer orgánicamente los argu­mentos de sus predecesores. Se opone a las ideas vulgares con argumentos ya desarrollados por la filosofía pagana, y a ésta con argumentos derivados también de la filosofía, oponiendo a la variedad de so­luciones propuestas por los filósofos para los problemas más fundamentales, la con­cordia de cuantos basan sus ideas sobre la fe. Entre los filósofos antiguos, Teodo­reto cita preferentemente a Platón, cuyas doctrinas aprueba en muchos puntos, tra­tando de demostrar como muchas de las ideas de los filósofos, rectamente interpre­tadas, pueden confirmar la verdad de los dogmas cristianos. Gran parte de su tratado lo debe Teodoreto a escritores precedentes, como S. Clemente de Alejandría y Eusebio; su conocimiento de las obras antiguas no es siempre de primera mano; la Terapia, de todas formas, alcanzó gran fama entre la posteridad; está escrita en una forma co­rrecta y muy cuidada; respecto al lenguaje se atiene a la pureza ática, a la que, dados los tiempos en que la escribió, se avecina notablemente.

C. Schick