Composición para piano de Ludwig van Beethoven (1770- 1827), escrita en 1820. Inicia el compacto grupo de las tres últimas Sonatas y, por muchos motivos, parece ser un conjunto de estudios para la Sinfonía N.° 9 (v.). Los problemas que principalmente interesan a Beethoven son: un nuevo equilibrio en la disposición de las piezas, trasladando el «scherzo» al segundo lugar y el tiempo lento al tercero, y un desarrollo tan libre y amplio de la forma-sonata, en el primer movimiento, que el sucederse de los dos temas fundamentales pueda ser directamente marcado por un cambio de tiempo. En esta Sonata, el primer fragmento está constituido por dos distintos movimientos. Primero, un «Vivace, ma non troppo» aporta una calma y dulce melodía, con la característica escritura en cuatrillos de semicorcheas, subdivididos entre las dos manos, mientras la segunda idea está representada por un «Adagio espressivo», no muy significativo y pronto agotado en largos arpegios de corcheas y semicorcheas. El desarrollo es completamente embrionario y no consiste más que en una repetición de los dos grupos temáticos, que modulan armónicamente.
El segundo tiempo, «Prestissimo», es una especie de «Scherzo» en «mi menor», plástico y vigoroso, vibrante de trágico anhelo. El último, «Andante molto cantabile ed espressivo», presenta un tema con seis variaciones y es una de las más eminentes realizaciones beethovenianas en este género del tema variado. El tema — una melodía sencillísima, armonizada a modo de coral a tres voces, un poco afín al tema que iniciará la Sonata para piano op. 110 (v.) — está formado por dos frases complementarias, de ocho compases, cada una de las cuales es objeto de repetición: la primera pasa de la «tónica» a la «dominante», la segunda vuelve de la «dominante» a la «tónica», y esta misma disposición se mantendrá en las seis variaciones. La primera de éstas («Molto espressivo») realiza el milagro de presentarse con la pureza y simplicidad melódica de un tema original. La segunda («Leggermente») reproduce la disposición gráfica del primer tema en el «Vivace, ma non troppo» con la melodía repartida en grupos de dos semicorcheas. En la tercera («Allegro vivace») una melodía de notas «staccate» florece en una ininterrumpida cadena de cuatrillos que recorre toda la extensión del teclado, cambiándose las partes de ambas manos cada cuatro u ocho compases. Mientras la expresión de esta última variación era enérgica y fogosa — de igual modo que será robusta y alegre la quinta variación («Allegro ma non troppo»), en escritura fugada—, la cuarta («Un poco meno andante, cisé un poco piü adagio che il tema») vuelve a tomar un carácter plácido y amable, con una inflexión del primer tiempo de la Sinfonía N..° 4 (v.). Asimismo existe en la segunda parte un sorprendente fragmento misterioso, con que modula diversamente. La última y más complicada variación («Tempo primo del tema») se desenvuelve sobre aquellos largos pedales de trinos, de dificilísima ejecución, que en los últimos años de Beethoven se habían convertido en su obsesión, proponiéndose lograr, posiblemente, efectos de trascendental sonoridad.
M. Mila
Desde el ‘primer compás, esta Sonata adopta un aire amable, etéreo, con un rápido diálogo de ambas manos. La melodía, como de costumbre, mantiene una línea extremadamente simple (sol, fa, mi, re, do), pero es un canto y aparece envuelta en una dulcísima armonía: el equilibrio de las dos partes y la regular alternancia de los movimientos opuestos en las breves fórmulas rítmicas, le confieren una gracia delicada y una serenidad risueña. (Combarieu)