Sobre la Instrucción del Clero, Rabano Mauro

[De clericorum institutione]. Manual del clérigo y arzobispo alemán Rabano Mauro (784-aprox. 856), «sobre la manera cómo los clérigos deben formarse a sí mismos y a us feligreses en el servicio divino». La obra, escrita en 819, en tres libros, se relaciona directamente con el programa carolingio de la rehabilitación de los estudios clericales y del desarrollo general de la cultura; y el espíritu no excesivamente penetrante, pero sí práctico del discípulo de Alcuíno, reúne un conjunto de nociones y de preceptos que responde a la finalidad de colocar al clérigo en situación de celebrar las funciones litúrgicas y de educar moral y religiosamente al pueblo. En el libro primero explica la jerarquía eclesiástica, los hábitos sacerdotales, los cuatro «carismas de la iglesia» (bautismo, confirmación, eucaristía y misa); en el segundo, el autor y arzobispo alemán Rabano Mauro trata de las horas canónicas, del significado de la confesión o penitencia, de los ayunos, de las festividades religiosas, de las lecturas, del canto sacro y de los dogmas fundamentales de la fe católica, distinguiéndolos de las opiniones de los herejes.

En el tercero, de significado más general, nos ofrece una breve introducción pedagógica sobre la Sagrada Escritura, analiza los «studi» y las «artes» de los gentiles (es decir, las siete artes libe­rales: gramática, retórica, dialéctica, arit­mética, geometría, música y astronomía), éstas son útiles y necesarias a la persona eclesiástica; da por fin algunos consejos sobre la oratoria sagrada. El material, como en otras obras de Rabano Mauro, está sa­cado — en muchos casos al pie de la letra — de los padres latinos, de San Cipriano a San Isidoro de Sevilla, pero de manera par­ticular de la Doctrina cristiana (v.) de San Agustín. Su mérito no consiste en la origi­nalidad, sino en el método expositivo, en la ordenación didáctica de la materia, y aún más en haber introducido en el «curricu­lum» de los estudios del clero las artes libe­rales, y haber mostrado con su propio ejem­plo la necesidad de no descuidar la filosofía pagana. Esta obrita se convirtió en un ma­nual de gran autoridad durante la Edad Media, y para nosotros representa el testi­monio interesante del estudiante, de lo que pensaba y sabía el clero alemán entre los siglos X y XIII, es decir, hasta la época de la gran renovación de los estudios escolás­ticos.

M. Bendiscioli