[Poesíe]. En el amplio mar de la literatura del siglo XVII tienen un mérito particular las Poesías de Fulvio Testi (1593-1646), reunidas en 1613. Son desiguales y fragmentarias; el acento vibrante del amor patrio se empareja con el madrigal débil y vacío, la indignación por la opresión española cede a la ostentación de honores madrileños y la protección de poderosos señores.
Aparte de los acentos marinistas y a veces las formas rebuscadas del más manido barroquismo, el nombre de Testi está vinculado a las famosas poesías en que, dirigiéndose al duque de Saboya, el poeta incita a Carlos Manuel I a libertar a Italia de la dominación extranjera, como verdadero príncipe de su patria y defensor de una nueva época de la civilización («Cario, quel generoso invitto core»). Igualmente importante es la oda en que, dirigiéndose al conde Raimundo Montecuccoli, combate y reprocha la soberbia de los grandes que descuidan sus deberes hacia la patria y la sociedad y se conforman con vanas galas y aún más vanas esperanzas de gloria para el futuro («Riachuelo arrogante»).
Publicado clandestinamente, aunque del mismo autor, fue el célebre «Llanto de Italia», de 1617: se le aparece en sueños Italia, doliente y triste por la esclavitud española que reduce a la miseria la bella península, por lo cual sólo un príncipe íntegro como el duque de Saboya podrá aliviarla y ayudarla. Valiente sinceridad, que distingue la obra de Testi en la incertidumbre exterior del siglo, que él mismo no supo evitar en otra ocasión.
C. Cordié
Testi es poético y elegante, no carece de imágenes, incluso tiene algunas que otras metáforas graciosas, suficiente grandiosidad y también cierta elocuencia… imita a. menudo, y a veces hasta traduce, a Horacio, aunque no tiene la animación, el nervio, la energía y el espíritu de su estilo; tampoco tiene mucha originalidad y novedad, ni mucho menos sublimidad de conceptos e invenciones. (Leopardi)