Pensamientos y Recuerdos, Otto von Bismarck

[Gedanken und Erinnerungen]. Obra autobio­gráfica en tres volúmenes del príncipe Otto von Bismarck (1815-1898), Escritos por Bismarck poco después de su deposición, los volúmenes aparecieron, los dos prime­ros, inmediatamente después de su muerte en 1898; el tercero, dedicado a sus rela­ciones con Guillermo II, no hubiera debi­do aparecer, por voluntad del autor, hasta la muerte del Kaiser, pero fue publicado, tras larga controversia judicial, en 1921.

Su contenido es del mayor interés, y el Canciller de Hierro se revela como vigo­roso escritor. Bismarck empieza describiendo con toques rápidos y vivaces el ambiente con el que se enfrentó en su primera ju­ventud: la vida doméstica, política y social de Prusia antes de 1848. Muy pronto sus aventuras personales se combinan con las del país; y desde este momento sus Recuer­dos no son solamente su biografía, sino una rica y preciosísima fuente para la his­toria política y diplomática de alemania y de Europa. Nadie ha sabido describir con mayor precisión y vigor que Bismarck al­gunos momentos y aspectos de la política alemana: cuando nos habla del famoso tele­grama de Ems, que provocó la declaración de guerra de Francia en 1870; cuando afir­ma que «ninguna gran nación podrá nunca decidirse a inmolarse a sí misma en el altar de la fidelidad a -los tratados», formula y graba las máximas del realismo político del que fue maestro.

Con las páginas de polí­tica alternan muchas otras, descriptivas y anecdóticas, en las que el escritor hace desfilar ante nuestros ojos a emperadores y emperatrices, reyes y reinas, ministros y generales, diplomáticos y parlamentarios, científicos y artistas, creando a menudo sagaces cuadros de género. Sólo cuando habla de Guillermo I, del soberano a quien sirvió durante tantos años y de cuya glo­ria fue el máximo artífice, su tono se hace reverente y afectuoso; entonces domina el sentimiento de la recíproca confianza y fi­delidad. Gran parte del tercer volumen está dedicada a Guillermo II. Desde su infancia hasta sus primeros actos de monarca, desde las diferencias que se producen muy pronto entre el emperador y el canciller, hasta la dimisión del último, todo está na­rrado con estudiada meticulosidad y frial­dad crítica.

Al capítulo sobre la caída de Bismarck y al otro, que no carece de acri­tud, sobre la elección de su sucesor hecha por Guillermo, el canciller desposeído hace seguir juicios y documentos bastante seve­ros sobre la persona de Guillermo II, y sobre su ligereza y presunción. La caída de Guillermo pareció confirmar las infaustas previsiones del viejo canciller, y realmente el juicio del hombre de Estado, primer constructor del Imperio germánico, adquie­re aquí la autoridad de una sentencia his­tórica. [Trad. española anónima (Barce­lona, 1898)].

G. Mira