[I vecchi e i giovani]. Es una novela social de ambiente siciliano, compuesta por Luigi Pirandello (1867-1936), en la línea de una tradición que aproximadamente puede señalarse entre Verga y De Roberto; fue publicada en 1913.
Más que los casos individuales narrados en la novela, interesan al escritor — lo cual es un interés nuevo e insólito en Pirandello — ciertos aspectos y motivos de una situación histórica particular: Sicilia en la época de los «Fasci» de 1893, atormentada y convulsa por las luchas de clases que se resume espiritualmente en la oposición entre la generación que logró la unidad, simbolizada en cierto sentido por Crispí, y que ve- perdida la herencia del «Risorgimento», y la generación más joven, que en el conservadurismo estrecho y corrompido de los padres sólo ve la defensa de los intereses reaccionarios. Es, en efecto, éste uno de los momentos más atormentados de la historia del nuevo reino, con los clericales que intrigan para impedir a toda costa la consolidación del régimen liberal, y la clase dirigente que parece dejar de lado los antiguos méritos y sacrificios en un desorden moral que culmina en el escándalo de la «Banca Romana».
En la novela, más que desenvolver una narración propiamente dicha, los personajes representan diversos aspectos y diversos motivos de esta compleja situación: desde el viejo príncipe Hipólito de Colimetra, fiel a los Borbones, con su guardia de corps vestida con el uniforme del reino de las dos Sicilias, a don Flaminio Salvo, el tipo del nuevo burgués capitalista, para el que las grandes riquezas y el gran poder constituyen una débil compensación a las desgracias familiares; desde Roberto Auriti, que disipa en una vida gris y amorfa su antigua gloria garibaldina, sin escapar por fin a la inmerecida vergüenza de la cárcel, al joven príncipe de Colimbetra, Gerlando, abierto a las ideas nuevas y obligado a escapar al destierro, llevando sobre su cabeza una condena de la autoridad militar, después de los sangrientos desórdenes de los «Fasci».
Entre las figuras de segundo orden es simbólica la del viejo Mauro Mortara, un veterano del «Risorgimento» que ve hundirse una a una todas sus ilusiones y que, por un trágico error, muere bajo el plomo de los soldados en una manifestación socialista que él mismo trataba de dispersar. No faltan en la novela momentos felices, porque no carece Pirandello de cierta inteligente capacidad para reconstruir, en retazos y fragmentos, todo el cuadro de aquella compleja situación política, social y psicológica. Noble obra que recoge toda la experiencia cívica de Pirandello, la novela cae sin embargo a menudo en una descripción casi abocetada de los tipos y de los ambientes, como si fuese una crónica dispersa y fragmentaria. (P. Nobel 1934.)
M. Alicata
…del libro rezuma una sensación de cosas muchas veces vistas y oídas, y como pasadas y cansadas; pasadas y cansadas en todos sentidos, hasta en el personaje que debiera ser el más poético y que es el más convencional, el viejo garibaldino Mauro Mortara. (B. Croce)