Los Soldados, Jacob Michael Reinhold Lenz

[Die Soldaten]. Co­media de Jacob Michael Reinhold Lenz (1751-1792), publicada en 1776. El comer­ciante de quincallería Weseler, de la ciudad de Lille, tiene dos hijas, María y Carlota, vivaces y charlatanas. La primera, predlecta de su padre, es la más bella y la más coqueta. Los oficiales de la guarnición hacen estrago entre las muchachas, y María se deja seducir por el teniente Desportes y abandona al bueno del mercader Stolrus, que se hubiera casado con ella.

Des­portes en el segundo acto desaparece, de­jando una porción de deudas, y María se consuela con un colega de él, y después acepta la corte de un joven conde. Pero éste tiene una madre enérgica, la condesa La Roche, que no está dispuesta a permitir que una burguesilla enrede a su hijo, y le declara sin rodeos que no se forje ilusio­nes sobre el presunto matrimonio; pero en cambio le ofrece ocasión de redimirse en­trando en su casa como institutriz de su hija, con la condición de no frecuentar más hombres durante un par de años. Pero María no resiste tanta austeridad y huye. Más tarde su padre la encuentra mísera y hambrienta; y al saber que Desportes fue causa de la perdición de su hija, con una estratagema lo envenena y se envene­na él después. Esta comedia se sostiene por la viveza de su diálogo y la tenue caricatura graciosa de la vida burguesa y mi­litar de la época; pero en el epílogo se hunde en lo absurdo. El diálogo final entre la condesa de La Roche y el coronel, en que ella deplora que los oficiales no estén en condiciones de casarse por lo exiguo de su paga; y la propuesta de él, como reme­dio, para que las muchachas de buena fa­milia, por sentimiento patriótico, se sacri­fiquen a ser las amantes del regimiento, es de grotesca pornografía. Lo cual, por otra parte, se observa en otras obras suyas y era, al decir de Goethe, cosa corriente en el mundo libertino que aquel escritor frecuentaba.

G. F. Ajroldi