Los Cantos de la Tierra, Charloun Riéu

[Li Canti dóu Terraire]. Colección de poesías provenzales de Charloun Riéu (1850-1924), el poe­ta aldeano de Paradou, que, entre los felibres, representa al verdadero pueblo, jun­to con Alphonse Tavan, con Laforét, el poe­ta-carretero, y con el jardinero Baptiste Bonnet. Hombre de los campos, pero for­mado en la escuela del felibrismo, Riéu une a un instintivo dominio del verso una salud aldeana, una delicadeza, una frescura, una ingenuidad de lenguaje y de sentimiento, que son sus dotes más sinceras. Sus cantos no encierran grandes pensamientos, pero son siempre armoniosos e incisivos. «La mucha­cha de Mouriés» [«La chato de Mouriés»], «La siembra» [«La Sementó»], «La mazur­ca bajo los pinos» [«La mazurka souto li pin»], «Las primeras violetas» [«Li proumiéri vióuleto»], «Mi Roubin» [«Moun Roubin»], «Mi desahucio» [Ma sesido»], son frescas flores del campo, todo sencillez, ver­dad y gracia, sin sombra de antiguallas arcádicas. Porque Charloun canta con inocente sinceridad todo aquello que forma su vida y que ama particularmente: las alegrías, so­brias y duras, de los trabajos agrestes, la custodia amorosa de los rebaños, su mulo Roubin «tan dócil y afable», su arado, sus olivos, la sombra de los buenos árboles, las largas caminatas por los caminos ebrios de sol, junto a su carreta chirriante y polvo­rienta. Los Cantos de la Tierra fueron se­guidos por los Nuevos Cantos de la Tierra [Li nouvéu Cant dóu Terraire, 1900], y por los últimos Cantos de la Tierra [Li darrié Cant dóu Terraire, 1904]. El primer volumen contiene un brioso, sabroso y conmovido prefacio de Frédéric Mistral, que sentía hacia Charloun gran amistad y afecto.

A. Di Giovanni