[La presa de Sanminiato]. Poema heroicocómico en doce cantos, de Ippolito Neri (1625-1708), publicado póstumo en 1764, que toma su asunto de las frecuentes guerras medievales entre pequeñas ciudades italianas colindantes.
Entre Sanminiato y Empoli hay siempre continua discordia, y los sanminiatenses realizan actos de guerra contra sus vecinos; entonces los empoleses deciden mandar una embajada para concertar la paz o declarar la guerra a muerte. Eligen para la embajada a Erodio Palandri y a Seccaceci. Filie, que ama a Palandri, huye de casa, se viste de hombre y se va en busca del amado al que cree en peligro. Los embajadores llegan a una hostería, donde Filie, que les ha precedido, se hace pasar por camarero; al ver la semejanza del muchacho con la Filie que ellos conocen, creen que es su hermano. Erodio la toma a su servicio y prosigue el viaje hacia la ciudad enemiga. Entre tanto, un joven enamorado de Filie, Casteno, sale de Empoli, se enfrenta con Erodio pidiéndole que deje en libertad a la muchacha, y, en tanto que los dos se baten, Filie huye. Los embajadores, una vez llegados a Sanminiato, son recibidos solemnemente, pero no consiguen nada y se declara la guerra; en el viaje de vuelta Erodio recibe la noticia de haber sido condenado al exilio por el supuesto rapto de Filie.
Ocurren aventuras en los bosques, encuentros fantásticos con hadas; y los amores de Erodio por Filie se complican con los de éste por otra mujer, Despina, en tanto que la guerrera Silvera ama a Casteno. Se describe también la imaginaria tierra de Jauja. Los dos ejércitos traban entre tanto furibundas batallas, pero los de Sanminiato llevan las de perder; Silvera anima a los ciudadanos a la defensa a cualquier precio, pero todo es inútil y la ciudad debe rendirse. El saqueo es evitado, y Erodio se casa con Filie. Para solemnizar la victoria deciden los empoleses que un asno vuele desde el campanario, porque los sanminiateses habían dicho que volarían los asnos antes de que los empoleses se apoderasen de Sanminiato.
Sin el brío lingüístico que anima a un poema afín El Torreón desolado (v.) [Il Torracchione desolato] de Bartolommeo Corsini, Neri mezcla en su poema elementos heroicocómicos con elementos arcádicos, amorosos y fantásticos, derivados de los más célebres dramas pastoriles, entre los que se halla la Aminta (v.) de Tasso, difundidos también por la novelística popular. La mezcla continúa siendo en la obra confusión sin orden orgánico. Por otra parte, no faltan elementos de vivida representación.
E. Allodoli