La Continuación del Mentiroso, Pierre Corneille

[La Suite du Menteur]. Escrita por Corneille en el invierno de 1644-45 y saca­da de Amar sin saber a quién (v.) de Lope de Vega.

La comedia, también en cinco actos y en verso, tiene un tono completa­mente distinto y presenta a un personaje que sólo tiene en común con el anterior el nombre. Dorante, presa de súbito terror por el vínculo matrimonial, ha renunciado a casarse con Lucrèce y ha huido a Italia con la dote de la joven. En Italia se ha librado del vicio de la mentira, del que se acordará únicamente para ayudar a los demás a librarse de conflictos. Vuelto a su patria después de dos años, en Lyon asiste por casualidad a un duelo mortal y es encarcelado en lugar del verdadero culpa­ble, Cléandre, a quien por un sentido del honor no denuncia. Mélisse, hermana de Cléandre, conmovida y admirada de su ge­neroso comportamiento, le envía socorros y ella misma va a visitarlo a la cárcel, en­cendiendo en Dorante una viva pasión por su bella admiradora. Libertado de la cár­cel por intercesión de su amigo Philiste, Dorante quisiera casarse en seguida con Mélisse, pero cuando sabe que Philiste as­pira a la mano de la joven, la gratitud supera al amor y renuncia a Mélisse. Pero Philiste, conociendo el sacrificio de su ami­go, le supera en generosidad y deja en libertad a ambos jóvenes para que se casen.

Falta a la Suite la observación psicológica que traduce en el juego escénico la defi­nición de los caracteres y la comedia con­fía excesivamente en la intriga novelesca y el patetismo de las situaciones. No queda demostrado cómo la pasión de mentir, que es al principio aturdida ligereza, se con­vierte en exaltación generosa. La calidad del estilo no compensa la incertidumbre de la concepción. Sin embargo, no faltó a la comedia, además de las alabanzas de Voltaire, el favor del público y más tarde F. S. S. Andrieux (1759-1833) hizo una refundición (1803) y A. Charlemagne la continuó en la comedia Les descendants du Menteur (1805).