[A Cidade do vicio]. Narraciones del escritor portugués José Valentim Fialho de Almeida (1857-1911), publicadas en 1882. La obra se inicia con una «Sinfonía da abertura», escrita en prosa bien rimada, de colorido rico, y continúa con «Los jovencitos» [«Os Novilhos»!, «Noche en el río» [«Noite no Rio»], «Abandono del Palomar» [«Abandono do Pombal»], «El hurto» [«O Roubo»], «Mater Dolorosa», «Mefistófeles y Margarita», «La camisa» [«A Camisa»], «El Mayorazgo» [«O Morgato»] y «La Virgen del Camposanto». Este último es el más bello cuento del libro y uno de los más característicos escritos por el autor. En él revela sus procedimientos técnicos, su temperamento emotivo y su exquisita sensibilidad. Arturo, un escultor, ama a Judit, una joven tísica; pero su amor es tan puramente contemplativo que ni siquiera llega a despertar sus sentidos. Judit tiene una sensibilidad aguda y enfermiza, fruto de taras hereditarias; Arturo, absorto en sus sueños artísticos, piensa cuán hermosa será aquella gracia esculpida en mármol, y escoge a Judit como modelo; pero aún no ha terminado la estatua cuando la muchacha muere. Arturo está tan apesadumbrado que rompe la estatua, en la que había expresado genialmente toda la frágil y cándida inocencia de la niña querida, es decir, todo lo estéticamente único y espiritualmente raro que ella expresaba con su pobre cuerpo. Todos estos cuentos, en los que los motivos más mórbidos y apasionados del Romanticismo tardío se reviven con simpatía, nos dan la medida de un escritor que sabe transferirse estilísticamente a un mundo soñador y vago, pero de contornos firmes y decididos; y por tanto alejado de las complicaciones de una psicología sombría e intrincada.
L. Panarese