[Einleitung in die Geisteswissen- schaften]. Obra filosófica del escritor alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911), publicada en 1883, en la cual se exponen las ideas fundamentales del autor. Dilthey se propone considerar científicamente la realidad historicosocial en su aspecto concreto, y estudiar, por tanto, en conjunto, las ciencias de que es objeto, o sea, las «ciencias del espíritu», dándoles una fundamentación teórica. Al contrario de la sociología de Comte, entonces dominante, que hacía depender la realidad espiritual de las ciencias de la naturaleza, Dilthey considera las ciencias del espíritu como un conjunto en sí mismas; en tanto que las ciencias de la naturaleza se refieren a una realidad externa a nosotros, en la que tratamos de penetrar, las ciencias del espíritu se basan en la experiencia interior, es decir, en lo más inmediato posible. Se trata, pues, de encontrar una ciencia base sobre la que se apoye todo el conjunto de las ciencias del espíritu. Tal ciencia no puede ser, para Dilthey, la metafísica, que tiene por absoluto y universal un momento singular de la experiencia interior. Considerando la historia como desenvolvimiento de esencias metafísicas —como la razón universal y el espíritu del mundo —, se pretende expresar en una fórmula la ley de la historia, al mismo tiempo que no se toma esta última en toda su complejidad y se cae en una mera abstracción.
Dilthey quiere, por el contrario, estudiar el complejo historicosocial en toda su concreción: observa que el elemento primero, constitutivo de la sociedad y de la historia, es el individuo, considerado en su totalidad como «unidad psicofísica». La ciencia base es, por tanto, la que tiene por objeto este individuo, o sea la psicología, entendida como ciencia descriptiva. El individuo refleja en sí, condensada, la totalidad de la vida de la sociedad presente, y no sólo ésta, pues como el estado actual de la sociedad es un momento del infinito desenvolvimiento histórico, el estudio del individuo viene a ser, en último análisis, la síntesis de toda la realidad humana. Para comprender el individuo es, por tanto, indispensable, a su vez, la historia universal. El método histórico que Dilthey prefiere es el de «la intuición genial», esto es, la representación artística de la historia: aquel modo de proceder por el cual el hecho histórico no sólo es comprendido, sino también «revivido» por el artista. Así se comprende el valor y el sentido dado por este filósofo, a la biografía. En la segunda parte del libro, el autor, en un estudio historicosistemático, examina el auge y la decadencia de la metafísica, considerada como base de las ciencias del espíritu, demostrando como conclusión lo insostenible de la posición metafísica del conocer. Este estudio, que aquí se refiere a la Edad Antigua y al Medioevo, está tomado y continuado por el autor en otros escritos. La importancia de la posición filosófica de Dilthey consiste sobre todo en haber abierto nuevos horizontes al estudio de las ciencias del espíritu, contraponiendo al positivismo una concepción de las ciencias históricas y sociales mucho más fecunda y viva.
M. Dona