[El sueño del palacio rojo]. Una de las cuatro mejores novelas clásicas chinas, escrita por Ts’ao Hsüeh-ch’in (17199-1764). Describe los acontecimientos de una sola familia; se publicó por primera vez en Pekín, en tiempo del emperador Ch‘ien-lung, en 80 capítulos, y después ampliada hasta 120, por Kao É, en 1792, y continuada por una decena de novelas, sin ningún interés.
Según la edición de Kao É, la novela puede ser resumida de este modo: en la ciudad de Shih-t’ou se halla una amplia y lujosa quinta donde habitan los descendientes de los duques Ning-Kuo y Yung- Kuo. El personaje más importante es Pao Yü, sobrino segundo del duque Yung-Kuo, que nació con un jade en la boca en que están escritas unas letras. Van a habitar en su casa dos primas suyas: Ling Tai- Yü, hija de la hermana del padre, y Pao Ch’ai, hija de la hermana de la madre. Pao Ch’ai es tranquila, sana y amable, mientras Tai-Yü, casi siempre enferma, es un poco nerviosa y melancólica. Pao Yü quiere a las dos, pero prefiere a esta última. Un día, para recibir a la hermana de Pao Yü, que es una favorita del emperador, se abre el gran jardín Ta-Kuan-Yüan; desde entonces Pao Yü y sus primas se trasladan al jardín, y viven entre banquetes y poesía. Pero la romántica vida de Pao Yü es puesta a prueba de improviso: suicidios y enfermedades se suceden junto a él y una niebla de melancolía cubre el hermoso Ta-Kuan- Yüan y el afectuoso corazón del joven.
Kao É continúa, desde el capítulo 80 en adelante, describiendo el declinar de aquella familia: Pao Yü pierde el jade que había traído en la boca al nacer y se siente atacado por una grave enfermedad, mientras la tuberculosis de Tai-Yü se ha agravado, y su noble hermana, favorita del emperador, muere. Después de la curación, y sin saberlo el interesado, se combina una boda entre Pao Yü y Pao Ch’ai. El día del matrimonio, al enterarse de que la esposa es Pao Ch’ai y no Tai-Yü, el esposo cae enfermo de nuevo y, mientras, los convidados expresan sus fervorosas felicitaciones a los nuevos esposos, en un rincón del jardín, Tai-Yü muere de tristeza. Pao-Yü, curado por un bonzo budista, se dedica entonces al estudio, hasta que, poco después, desaparece de la familia y nadie sabe adónde ha ido a parar. Su padre, en una noche de nieve, ve a un joven con los cabellos cortados y los pies desnudos que lo saluda de lejos: es Pao-Yü, que se aleja acompañado de dos bonzos. La novela termina con un sueño de Pao Yü en el cual es amado por una bellísima joven del mundo de los genios. El talento creador y la gran imaginación de los autores se demuestra en la numerosa serie de personajes (cerca de, 450), cada uno de los cuales es presentado con caracteres distintos. Toda la novela está penetrada de un delicado lirismo, que hace de ella la obra quizás más preciosa de la antigua literatura narrativa china. En una de sus poesías escribe el autor: «El papel está lleno de palabras delirantes; de un puñado de lágrimas dolorosas y desoladas; todos dicen que el autor es un necio, pero ¿quién sabe comprender su sentido y su valor9». Cfr. E. C. Bowra, The dream ojf the red chamber, «China Magazine» (1868); K. Guetzlaff, Dreams of the Red Chamber, «Chínese Repository», XI; H. B. Joly, Hung lou meng (Hongkong y Shanghai, 1892).
P. Siao-sci-yi
La manera más sencilla para descubrir el temperamento de un chino consiste en preguntarle si le agrada Tai-Yü o Pao-Ch’ai. Si prefiere a Pao-Ch’ai es un realista. Lo cierto es que casi todos los chinos, hombres y mujeres, han leído esta novela siete u ocho veces desde el principio hasta el fin, y se ha creado una verdadera ciencia, llamada la «rojología», comparable, en volumen y dignidad, con los comentarios shakesperianos .o goethianos. El sueño del palacio rojo representa probablemente, bien considerado, el summum del arte de escribir novelas en China, pero también representa un tipo único de novela. (Lin Yutang)