[The History of the Reign of the Emperor Charles V]. Obra del historiador escocés William Robertson (1721-1793), publicada en Edimburgo en 1769. Comienza con un «Cuadro de los progresos de la sociedad en Europa desde la caída del Imperio romano hasta los principios del siglo XVI» [«A View of the Progress of Society in Europa from the Subversión of the Romain Empire to the Beginning of the Sixteenth Century»] que puede considerarse como la primera tentativa de una construcción orgánica del Medievo, en la que el autor trata de mostrar cómo, después de las invasiones bárbaras, surgieron en las diversas naciones, a través del feudalismo, de la caballería y de las Cruzadas, un gobierno más regular y costumbres más civilizadas, y cómo se fueron preparando entretanto las condiciones necesarias para un sistema de equilibrio político entre las diversas potencias. Sigue, dividida en doce libros, la historia de Carlos V.
Nacido en Gante en 1500, Carlos se encontró dueño por herencia de los más extensos dominios que nunca había poseído ningún soberano europeo. Elevado al trono de España a los 18 años, a la muerte de su abuelo Maximiliano entró en liza para obtener la corona imperial contra el fuerte rival Francisco I, comenzando así una lucha destinada a conmocionar a toda Europa y a durar 28 años por el odio «fundado sobre intereses opuestos y sobre la emulación personal». La batalla de Pavía y la victoriosa empresa contra el corsario Barbarroja señalaron la culminación de la gloria de Carlos, cuya estrella comenzó a palidecer a continuación del fracasado intento de invadir a Francia y de la desastrosa empresa contra Argel. Después de la muerte de Francisco I, el emperador se dedicó a domar el espíritu rebelde y orgulloso del elector de Sajonia y de los protestantes alemanes, tratando de establecer en el Imperio la uniformidad de religión, pero por el Tratado de Passau se vio obligado a reconocer a la Iglesia protestante. Nuevas derrotas en Francia, en Italia y en Hungría abatieron el ánimo de Carlos; afligido por la gota, se retiró a un convento de Extremadura. Trazando un juicio complejo sobre su héroe, el autor concluye que fue cauto, hábil para conocer y para servirse de los hombres, pero demasiado dominado por una ambición insaciable.
La obra de Robertson es una historia fundada sobre cuidadosas investigaciones de archivo, inspirada en la seriedad, en la templanza y en un sentido de optimismo fundamental: más que poner de relieve las virtudes y los defectos privados de Carlos V, trata de representar los grandes acontecimientos de su reinado, que se puede considerar como el período en el que el estado político de Europa comenzó a tomar nueva forma y a servir «como introducción a la historia europea subsiguiente al reino de éste»; animada por un vivo sentido histórico, parece preludiar la disolución de la historiografía de la Ilustración.
A. P. Marchesini