Curiosísima obra de Ruy González de Clavijo (m. 1412), en la que se describe su embajada al gran Tamerlán de Persia, enviado por el rey de Castilla, Enrique III, en un momento de gran interés de la política antiotomana de este monarca. Clavijo describe las ciudades por donde pasa la embajada y estudia con todo lujo de detalles las costumbres orientales — banquetes, afición al vino (el emborracharse «lo han ellos por muy gran nobleza, ca entenderían que no sería placer nin regocijo donde no oviese ommes beodos»), ceremonias del rito ortodoxo griego, propiedades del romero en aquellos lejanos países, habilidad de los elefantes, etc. Esta obra vio la luz, por primera vez, en 1582, publicada por Argote de Molina. Hay una edición moderna de Francisco López Estrada (Madrid, 1953).
J. Regla