Historia del Arte Durante el Renacimiento, Eugène Müntz

[Histoire de l’Art pendant la Renaissance]. Obra del historiador del arte francés Eugène Müntz (1845-1902), pu­blicada en París en tres volúmenes desde 1888 a 1895, y dirigida principalmente a considerar el arte italiano del Renacimien­to en relación con la cultura y la vida so­cial.

La primera parte de la obra está de­dicada a los primitivos, o sea a los artistas del siglo XV y a sus precursores, y consta de seis libros. El primero tiene por objeto el mecenazgo en las diversas Cortes prin­cipescas italianas y el surgir de las es­cuelas regionales. El segundo estudia los elementos constitutivos del primer Renaci­miento, esto es, la tradición, que se identi­fica en el influjo del arte antiguo; el rea­lismo (categoría en la cual entran el es­tudio directo de la naturaleza, los nuevos conocimientos en perspectiva y anatomía, y los asuntos y motivos ofrecidos por la vida contemporánea); los métodos de educación y de organización práctica de la actividad de los artistas. Los libros restantes tratan respectivamente de arquitectura, desde Brunelleschi a Bramante; de la escultura, de Donatello a Verrocchio; de la pintura, de Masaccio a Mantegna; de las artes deco­rativas y contienen, además de considera­ciones generales acerca de los asuntos, la técnica y el estilo, noticias biográficas y descripciones de las obras de los mayores artistas. Sobre un análogo esquema y den­tro del cuadro histórico del Renacimiento, tradicional desde Vasari en adelante, están construidas la segunda y la tercera partes, dedicadas una a la Edad de Oro o segundo Renacimiento — desde el advenimiento de Lorenzo el Magnífico, de Leonardo y de Bramante hasta la muerte de Rafael y de León X (1520) — y la otra hasta el final del Renacimiento.

Éste cae en la segunda mitad del siglo, cuando desmaya aquel recuerdo de tradición clásica y de nueva inspiración realista en que consiste, según el autor, la esencia del Renacimiento como fenómeno específicamente italiano. Por la misma es­tructura de la obra, resulta clara la pre­ocupación del autor por mostrar la estrecha dependencia, en sentido positivista, de las manifestaciones artísticas de su ambiente (v. Filosofía del arte en Italia de Taine). Este defecto inicial es agravado por la es­casa sensibilidad de Müntz para los valores estilísticos individuales; por consiguiente, la valoración historicocrítica de cada una de las personalidades individuales llega a fal­tar, abrumada por una copiosa mole de noticias extrínsecas a la valoración por sí misma. El mérito mayor de la obra consiste, pues, sólo en su abundante documentación erudita obtenida a menudo mediante direc­tas investigaciones de archivo.

G. A. Dell’Acqua