[Fernando Cortez ou la conquête du Mexique], ópera en tres actos, escrita por encargo de Napoleón I, por el poeta Esmenard y el libretista Étienne de Jouy, musicada por Gaspare Spontini (1774-1851). Se estrenó en París, el 28 de noviembre de 1809 y, completamente modificada, se volvió a representar el 8 de mayo de 1817. Hernán Cortés, el conquistador español, está con sus soldados a las puertas de México. El Gran Sacerdote y Telasco invocan la maldición divina sobre Amazily, princesa mexicana hermana de Te- lasco, que por amor ha seguido a Cortés, en tanto Moctezuma, rey de México, vacila entre el sentimiento patrio que le inclina a promover la guerra contra los invasores y la convicción secreta de que Cortés es un héroe generoso y que justamente Amazily ha visto en él al vengador de una ofensa que le ha inferido el Gran Sacerdote. Telasco viene a traer presentes y a pedir a Cortés que se aleje de México y devuelva Amazily a los suyos; pero Cortés lo hace prisionero, suscitando el entusiasmo de sus batalladores compañeros. Telasco, liberado luego por Cortés, al que le ha sido falsamente anunciada la vuelta de su hermano Álvaro, prisionero de Moctezuma, agita a la ciudad de México y con el Gran Sacerdote decide que si Amazily no vuelve inmediatamente a los suyos, hará que Álvaro muera.
Amazily querría sacrificarse, pero Cortés se dirige con sus soldados contra México ; se porta tan generosamente que Moctezuma renuncia a la idea de quemar la ciudad y acoge amistosamente a los españoles. El drama termina con el triunfo de Cortés y Amazily. El argumento, sugerido por Napoleón, que acababa de declarar la guerra a España, trataba de atraer con una obra de arte la atención popular sobre la nueva empresa, y trajo consecuencias opuestas a las deseadas por el emperador, porque el pueblo, conmovido por la fuerza del arte de Spontini, admiró la heroica resistencia opuesta por los españoles a los invasores franceses: la obra se suspendió por orden superior, justamente en el momento de su mayor éxito. Obra grandiosa, impregnada de lo que podríamos llamar estilo «imperio» en música, creado justamente por Spontini, por su fuerza expresiva y por la riqueza de sus efectos dramáticos, fue admirada por Meyerbeer y por Berlioz. Aun sin estar a la altura de la Vestal (v.), contiene páginas de notable belleza: la obertura, el final del primer acto, las dos arias de Amazily y la escena de la revuelta en el campo español, en el segundo acto.
L. Fuá