La obra ha sido objeto de una interpretación por Eugenio d’Ors y Rovira (1882-1954), en su obra Guillermo Tell. Tragedia política, publicada en 1926. Cada una de las tres jornadas de la obra está dividida en tres partes, cuyos títulos son manifiestamente alegóricos:
1) «La paternidad de Guillermo Tell», «La Madre y la República» y «Las dos saetas»;
2) «El desengaño», «El oprobio» y «El retiro»;
3) «El Emperador entre ventisqueros», «Caridad» y «El perdón supremo».
En la primera jornada se están organizando las fuerzas de rebelión contra Guesler, el gobernador tirano. Guillermo Tell asume el mando, es decir, la paternidad de los suizos oprimidos. Ahí están Pablo el Jabalí, Ulrico el Clérigo, Reinaldo. Para preparar la rebelión se reúnen en la Casa Comunal de Villalar, junto con los aldeanos y el señor de Rosengaus, a quienes ha avisado el hijo de Guillermo Tell, y que llegan acompañados del consejero Bucardo Faifer. Pero el hijo de Guillermo ha sido apresado por los soldados de Guesler. Guillermo y su esposa imploran piedad por él, pero Guesler impone a Guillermo la prueba de la manzana. Guillermo supera la prueba y mata al gobernador. Libres del poder imperial, gobierna ahora los cantones Bucardo Faifer y son consejeros suyos Pablo el Jabalí y Ulrico el Clérigo. Pero el gobierno de Bucardo no se distingue del de Guesler, y .el pueblo es también objeto de vejaciones. Guillermo, para librarse de su arbitrariedad, da sus bienes al monasterio de San Volfango, les entrega su hijo como novicio, y finalmente entra él también. En la jornada tercera, el Emperador es derrotado por los suizos y, herido, es recogido por los monjes entre los que están Guillermo y su hijo. Tiene lugar un diálogo entre los dos enemigos antes de que el Emperador muera: los dos creían obrar de buena voluntad y no querían perjudicar de ninguna manera al pueblo y dan sus razones.
La significación de la obra debe buscarse en un plano superior: la incompatibilidad entre el deseo de libertad y la función del estado, la vacuidad de los gobernantes como Bucardo, los mitos de libertad como el pacto que está encerrado debajo de la losa de la Casa Comunal de Villalar, etc. En el diálogo final, parece que el autor justifique los comportamientos y demuestre que cada uno tiene su razón de ser así. El autor en el prólogo afirma que la obra fue escrita en 1923 durante unas vacaciones en el Tirol y en Salzkammergut, y que pretende tratar un problema vivo en la Europa del momento. Claramente se advierte la intención del autor, que alude a las consecuencias de la Guerra Europea (1914-1918), que él había tratado ya desde el Glosario en la obra Tina y la Gran Guerra (v.). «Si aquellos elementos de espacio invitaban a una contemplación de las cosas bajo especie de eternidad, estas circunstancias de tiempo prohibían a cualquier alma no mutilada por el egoísmo desentenderse del imperativo de la piedad, en el cultivo y en la fruición de lo eterno. En otra forma dicho: el lugar y el tiempo podían ser favorables a la filosofía; a condición, empero, de que ésta fuese una filosofía dramática. La Anécdota iba a tornarse en Categoría, ahora como siempre; pero la Categoría debía sudar sangre».