Entre la obra poética del poeta colombiano don Julio Arboleda (1817-1862), hombre de notable linaje, perteneciente a una aristocrática familia de la ciudad de Popayán, se destaca el poema titulado Gonzalo de Oyón, publicado por vez primera en la edición de sus Poesías preparada por Miguel Antonio Caro (Nueva York, 1883), que don Marcelino Menéndez Pelayo consideró como el mejor fragmento de poesía épica escrito en Hispanoamérica. Y decimos fragmento, pues el poema se halla incompleto a causa de numerosas vicisitudes que sufrieron los originales, cuando Arboleda lo redactaba.
El Gonzalo de Oyón no llega a ser un poema épico propiamente dicho, sino una especie de leyenda guerrera, al estilo de algunas de Walter Scott, donde Arboleda refundió episodios históricos de la conquista con leyendas indígenas, creando un conjunto poco armónico, pero excelente en cuanto a las partes aisladas y a ciertos episodios. Arboleda sobresale en los pasajes descriptivos, principalmente en los que se refieren a los alrededores de Popayán, y en la pintura de cuadros dramáticos, reforzados con todos los colores románticos propios de la época. Usó el verso tradicional de los poemas épicos, o sea, la octava real, ya sea la propiamente clásica, o bien la llamada «bermudina», preferida de los poetas románticos. El Gonzalo de Oyón, según la mayoría de los críticos, tiene cierto. valor simbólico, pues sus dos principales protagonistas representan la anarquía y el orden, verdaderos centros polarizadores de la historia de Hispanoamérica.
R. Maya