Gestas de los Húngaros, Anónimo

[Gesta Hungarorum]. La primera tentativa de his­toria húngara, escrita en latín hacia el 1150. El texto original no ha llegado hasta nos­otros, pero ha sido posible reconstruirlo gracias a las crónicas sucesivas y especial­mente siguiendo las huellas del Cronista Anonymus, que narra los acontecimientos de la historia húngara desde antes de la ocupación de la patria hasta la época de San Esteban. La gran cantidad de polémi­cas científicas originadas no han conseguido poner en claro si el Anonymus, que se lla­ma «P. Dictus magister», fue el secretario del rey Béla II o de Béla III, por lo que también es dudoso el tiempo de la compi­lación de las Gestas. En el curso de su ex­posición el cronista se las arregla para evi­tar las «habladurías» de los menospreciados juglares, pero a pesar de ello, aquí y allá encontramos huellas de las tradiciones de los cantares húngaros de los cuales se sirve de una manera ingenuamente racionalista. Así, por ejemplo, la leyenda cuenta que Arpád envió al príncipe eslavo Svatopluk un caballo blanco con gualdrapas de oro» «comprando» de este modo el país; el autor de las Gestas aumenta sensiblemente el re­galo para hacer así más verosímil la «com­pra». Es, en cambio, importante la narra­ción de la manera como las tribus húngaras ocuparon algunos pastos del país y se los repartieron.

M. Benedek