Fuenteovejuna, Félix Lope de Vega Carpió

Comedia dramática del español Félix Lope de Vega Carpió (1562-1635), en tres actos y en verso, es­crita posiblemente en 1618. Fuenteovejuna es el drama colectivo del pueblo de este nombre, sobre el fondo histórico de la lu­cha de los Reyes Católicos contra la pre­tendiente al trono de Castilla, Juana la Beltraneja (siglo XV).

Fuenteovejuna es una «encomienda» de la Orden de Calatrava, de la cual es titular Fernán Gómez, partidario de la Beltraneja, que ejerce sobre el pueblo una gravosa tiranía, especialmente en lo que se refiere al sexo débil, sobre el que pretende ejercer un arbitrario «jus primae noctis». La derrota de su bando no le resta arrogancia a Fernán Gómez, que se pre­senta en una fiesta nupcial, rapta a la es­posa, Laurencia (v.), y encarcela al marido, Frondoso. La novia se sustrae a la per­secución del malvado, y anima a los vecinos del pueblo a sublevarse. Fernán Gómez aca­ba ajusticiado por el furor del pueblo y su cabeza es clavada en una pica, bandera de la reconquistada dignidad de Fuenteoveju­na. Como el gran maestre de la Orden de Calatrava, después de la derrota, se ha so­metido a sus legítimos soberanos y pide justicia por la muerte de su comendador, los Reyes mandan un juez para que ins­truya el proceso. En este punto Lope in­troduce la escena que, sin duda, es la más bella de toda su obra teatral.

Trescientos habitantes del lugar son sometidos a tor­tura, y todos, viejos y niños, mujeres y hombres, a la pregunta sacramental del in­quisidor «¿Quién mató al comendador?», responden con una sola palabra: «¡Fuenteovejuna!» Lope expresa admirablemente es­ta heroica manifestación colectiva, y cuan­do advierte que el espectador está turbado, conquistado por esta afirmación coral, con un hallazgo genial transforma la palabra clave de esta conmovedora solidaridad en una especie de juego a través del cual los tenaces habitantes de Fuenteovejuna olvi­dan los golpes y las torturas. Los Reyes, enterados del caso, absuelven colectivamen­te a Fuenteovejuna.

Al arbitrio individual que, siguiendo los impulsos del instinto, procede sin respeto humano y sin escrú­pulos, Lope contrapone el de la ley inma­nente a toda alma humana, que natural­mente ansia la verdad, la justicia y el amor. Esta ley viene expresada en un alma colec­tiva, que se rebela de súbito con deseo de venganza, arrollando todo aquello que se le opone. Fuenteovejuna es esta ley que mana de las más profundas fuentes de los seres, encontrando en la ley positiva su for­ma estable en el espacio y en el tiempo.

A. R. Ferrarin