Filosofía como Ciencia Fundamental, Johannes Rehmke

[Philosophie ais Grundwissenschaft]. Obra fundamental del filósofo ale­mán Johannes Rehmke (1848-1919), publi­cada en Leipzig en 1910. El pensamiento de Rehmke se caracteriza por un plantea­miento y estructura típicos y por una co­nexión sistemática tan rígida que difícil­mente se presta a una exposición resumida. Su punto de partida es la crítica del pro­blema que tanto para el positivismo como para el neokantismo parecía ser el centro de la especulación filosófica: el problema del conocimiento. Éste presupone siempre un dualismo de principios entre sujeto y objeto, dualismo que, una vez presupuesto, en vano se intenta superar. Y si ésta es la condición del realismo en general, no me­nos insostenible es la posición de un mate­rialismo que pretende resolver el sujeto en el objeto o la del idealismo que pretende resolver el objeto en el sujeto, introducien­do, sin embargo, por la puerta trasera el dualismo que niega por principio. Sujeto y objeto son dos polaridades abstractas que si se fijan de un modo real hacen imposible concebir el propio conocimiento que tratan de fundamentar. La misma «filosofía de la inmanencia» de Schuppe, que indudable­mente tuvo influencia y relaciones con la doctrina de Rehmke, le parece a éste que peca -de idealismo, al admitir una concien­cia en general, como base del dato de la experiencia.

Si consideramos esto en su to­talidad y lo hacemos objeto del pensamien­to especulativo, renunciando a su preten­dida fundamentación gnoseológica, la tarea de la filosofía consiste en reconocer su es­tructura fundamental — por ello la filosofía es ciencia fundamental—, en tanto que las otras ciencias sólo consideran un aspecto o plano parcial del dato. Así, pues, el es­fuerzo de Rehmke por superar a la problemática gnoseología conduce a una teoría del dato en general, y ésta se resuelve a su vez en un análisis de las condiciones fun­damentales, muy afines a la antigua ontología. Pero así como la teoría del dato de experiencia no es un mero fenómenismo, la ontología no es metafísica: Rehmke se mue­ve en un plano intermedio difícilmente de­finible desde su punto de vista, pero que representa el plano de la objetividad espe­culativa en general, el plano que, después del relativismo positivista, el conciencialismo crítico y el misticismo idealista, la filo­sofía contemporánea aspira a conquistar, como demuestran sus direcciones, el neo- positivismo, la fenomenología, el racionalis­mo crítico. En esta profunda exigencia re­side el mayor mérito de Rehmke y su valor de precursor de nuevas direcciones. Pero la novedad del problema y su insuficiente dilucidación dialéctica, dan al pensamiento de Rehmke un carácter dogmático bien contrario a sus intenciones.

El análisis del dato, que para Rehmke siempre es un par­ticular, procede distinguiendo el dato in­dividual, objeto de la conciencia histórica que nunca se repite en la esfera del dato, del dato universal, objeto de las ciencias universales, que se repite varias veces. Con esta distinción se mezclan las de simple y compuesto, mutable e inmutable, real e irreal. Toda realidad es siempre una subs­tancia singular que guarda con otras subs­tancias relaciones de interacción. Las subs­tancias singulares, o bien son cosas, o son conciencias, y el hombre es la unidad de reacción entre una cosa (cuerpo) y una conciencia (alma). La filosofía se desen­vuelve así en un análisis abstracto del dato que deja escapar la vitalidad compleja de la experiencia, cuya estructura describe, fi­jando las categorías fundamentales y cap­tando su sistema interno de relaciones. El nombre de Grundwissenschaft dio título a una revista, órgano de la «Johannes Rehmke-Gesellschaft».

A. Banfi