[The Brook Kerith. A Syrian Story]. Novela del escritor inglés George Moore (1852-1933), publicada en 1916. La primera parte de la novela narra la juventud y la madurez de José de Arimatea. En la segunda parte Moore cuenta la historia de Cristo, apartándose casi por completo de las historias evangélicas.
Cristo es en esta novela un pastor esenio, cuya vocación es determinada por el bautismo de Juan Bautista. Es crucificado por los romanos por instigación de los sacerdotes judíos, aunque no muere en la cruz; liberado a tiempo, es ocultado y curado en casa de José de Arimatea. Una vez sanado, su amigo le conduce entre los esenios, por el torrente de Kerith, donde recibe la visita del apóstol Pablo, que, tras una visión, cree que Cristo ha muerto en la cruz y ha resucitado. Pablo se niega a creer lo que Cristo quiere enseñarle; ya había fundado un cierto número de iglesias, y al fin parte para Cesarea y Roma, siempre víctima de sus ilusiones. En El torrente de Kerith aflora abiertamente el fermento espiritual perceptible en el sustrato de anteriores novelas del autor.
Criado en el catolicismo, Moore se convirtió al protestantismo aun antes de abandonar definitivamente Irlanda, y desde entonces siguió interesándose por cuestiones religiosas de un modo combativo, aunque sin sustraerse a las actitudes intelectuales características de finales de siglo y del decadentismo, en que la tendencia, sustancialmente negativa, a reducir el elemento sobrenatural y revelado a un plan naturalista, es contradicha, aunque no vencida, por una aspiración espiritual que raya en la religión y el misticismo, quedando, sin embargo, vago y sin nunca eliminar del todo un margen de diletantismo. Se nota una gran afinidad entre la novela de Moore y la Vida de Jesús (v.) de Renán, que, sin embargo, no parece que fuera conocida del novelista cuando éste concibió su obra. Más que en las ideas expuestas, que Moore pudo extraer, aunque sólo fuera polémicamente, de Mario el Epicúreo (v.) de Pater, el mérito de la novela radica en el estilo, caracterizado por su rara elegancia y su gusto refinado, aunque también aquí es perceptible, especialmente en la primera parte, la influencia de Pater, del que Moore fue admirador y discípulo.
R. Barocas