[Le chapean de paille d’Italie]. Comedia en cinco actos escrita por Marc Michel (1812-1868) y Eugéne Labiche (1815-1888), representada por primera vez en 1851. Narra la burlesca odisea del joven Fadinard, quien, precisamente el día de sus bodas, se encuentra envuelto en una serie intrincadísima de aventuras bufas e imprevistas. Se dirige a su casa, donde está fijada la cita con su novia, la señorita Elena Nonancourt, y con el cortejo nupcial; galopa por la calle de Charentonneau cuando su caballo, cogiendo un sombrero de paja de Italia colgado de un árbol, lo devora. Aquí se inician las preocupaciones de Fadinard, que se ve obligado a buscar un sombrero idéntico al desaparecido, para, restituírselo a su propietaria, la señora Ánaide Beauperthuis, que se encontraba en plena aventura galante con el teniente de húsares Emilio Tavernier. La mujer exige inmediatamente dicha restitución porque si regresara a su casa sin el sombrero despertaría las sospechas de su marido.
Fadinard busca desesperadamente el sombrero en casa de una modista, antigua amante suya, luego en casa de una condesa, que está dando una recepción; los invitados a la boda de Fadinard, que le siguen por todas partes sin sospechar sus afanosas búsquedas, asaltan allí el «buffet» dispuesto para la fiesta, creyéndolo preparado para ellos, mientras el novio es confundido con un tenor italiano. Se dirigen luego todos a casa de una sobrina de la condesa, precisamente la señora Beauperthuis, señalada como propietaria de un sombrero igual al devorado por el caballo. Pero ella ha salido de casa por la mañana para comprar un par de guantes y no ha vuelto. El marido, movido a sospechas por el imprudente relato de Fadinard, que le confía las aventuras que le han sucedido, se une a la brigada para lanzarse a la busca de su mujer. Al fin de estos tumultuosos acontecimientos todo se calma y se arregla y en la plaza frente a la casa de Fadinard se encuentran la novia con su cortejo y la virtud de la señora Beauperthuis en forma de sombrero de paja de Italia que en vano Fadinard había buscado por todo París y que se encontraba precisamente entre los regalos de su prometida. Esta comedia es la expresión más viva de aquel tipo de «vaudeville» francés de la segunda mitad del siglo XIX que, a través de una creciente consecución de incomprensiones, define de modo preciso algunos tipos bien delineados: burgueses, empleados, notarios, extranjeros. En 1927, sobre un argumento inspirado en esta comedia, René Clair realizó una película con el mismo título.
L. Rognoni