El Pintor, Nikolaj Ivanovič Novikov

[Živopisec]. Título de la .segunda de las revistas satíricas publicadas por el escritor ruso Nikolaj Ivanovič Novikov (1744-1818). Después de la suspensión de la revista El moscardón (v.), Novikov tomó pretexto, para reanudar su sátira polí­tica en una nueva revista, de la represen­tación de la comedia satírica ¡Oh tiempo!, escrita por la emperatriz Catalina II, pero presentada como de autor desconocido.

No­vikov comenzó su nueva revista con una dedicatoria a este autor desconocido, y en ella afirmaba que el ejemplo de la come­dia le había impulsado a recomenzar su obra en pro de la cultura y de la educación: «Habéis sido el primero que con tal grato ardor habéis comprendido los vicios que se enseñorean de Rusia; vos sois el primero que habéis hecho oír con placer y satisfac­ción el mordisco de la sátira; desapasiona­damente habéis reído del bajo vicioso y de la excelencia sofocada por los vicios: vos me habéis abierto el camino», etc. El astuto editor añadía que se habría consi­derado muy honrado si el desconocido autor de la comedia hubiese querido colaborar. Y la emperatriz, efectivamente colaboró. El éxito de El pintor fue todavía mayor que el de El moscardón. La revista fue, en efec­to, muy vivaz, inteligente y atractiva.

En un artículo titulado «El autor a sí mismo», decía Novikov que la revista, tomando el título de El pintor se proponía «pintar los vicios más escondidos en el corazón de los hombres», pero que el autor no había per­dido de vista a aquella bellísima mujer que se llama Prudencia. A pesar de este pro­pósito, dictado por cuanto le acaeció en la revista anterior, El pintor fue muy pronto atacado violentamente y la moderación en el tono, que fue su consecuencia, le hizo per­der una vez más el favor del público y la posibilidad de vivir ulteriormente. El pin­tor duró dos años (1772-1773). Su eficacia, como la de El moscardón, puede ser com­parada a la que en Italia ejerció La frusta letteraria (v.) de Baretti, que pudo muy bien ser conocida por Novikov.

E. Lo Gatto