El Huésped Italiano, Thomasin von Zirklaere

[Der Welsche Gast]. Poema didáctico educativo en 14.750 versos rimados a cuatro acentos, dividido en diez libros, que el canónigo italiano Thomasin von Zirklaere (Tommaso de Cerchiari, en Friuli), que vivió en el círculo de doctos y poetas reunidos en torno al obispo Wolfger de Aquileya, escribió en len­gua alemana en 1215-16, como homenaje del «novelista extranjero» al «tiusche lant» (al país alemán). Sus fuentes son los clásicos antiguos y los autores medievales que, a su vez, se nutrieron de Cicerón, Platón y Aris­tóteles. Pero, habiendo sido él mismo edu­cado en los ideales del cumplido caballero, en una existencia que a la vez era de curia y de corte, su poema didáctico reúne la cul­tura eclesiástica y la cultura cortesana y caballeresca. Thomasin incita a la Cruzada de Federico II, polemiza contra Walther von der Vogelweide y en favor del Papa, predica la preeminencia del alma sobre el cuerpo y exhorta al caballero cristiano a luchar contra los vicios, pero, a la vez, amonesta a los hombres y a las mujeres de la corte a que vistan y se comporten siempre de modo adecuado, sugiere un verdadero có­digo de conducta en la mesa y da otras reglas de sociedad. Como modelos de mu­jeres pone a Penélope, Andrómaca, Enita y Blanschflur; propone a los caballeros que imiten a Gauvain, Ereck, Ivain, Artús, Carlomagno, Alejandro, Tristán y Parsifal. Co­noce también la sabiduría popular que, según él, radica en la «staete» (es decir, en la constancia en el bien), mientras que todos los males provienen de la «unstaetekeit» (es decir, de la inconstancia). El fin principal del poema es educar y mejorar al hombre, y al lado de este fin tiene poca importancia la perfección artística. Para Thomasin, la misión del poeta es semejante a la del predicador: ha de servir para propagar la verdad. Los tres valores universales -— Dios, honestum (el honor del mundo), utile (los bienes del mundo) —tienen un solo fin: elevarnos al cielo.

M. Pensa