[Le fanatisme ou Mahomet le prophéte]. Tragedia en cinco actos de Voltaire (François-Marie Arouet, 1694-1778), representada en 1741. Mahoma, ya reconocido y adorado como profeta y jefe del pueblo árabe, para el que sueña un destino glorioso, quiere volver a la Meca, de donde fue arrojado por el jeque Zopir, lleno de odio y sediento de venganza, porque en él sólo ve a un rebelde, a un impostor y al autor de los fanáticos estragos en los que presumiblemente murieron su mujer y sus hijos. Zopir ha tomado para sí a Palmira, esclava de Mahoma, la cual, aunque tratada más como a hija que como botín de guerra, no sueña sino con volver junto al falso profeta. Para inducir a Zopir a una entrevista, de acuerdo con Mahoma, vienen a la Meca Ornar, lugarteniente de Mahoma, y Seid, otro esclavo. Ornar, tras un dramático coloquio con Zopir, le deja a Seid en rehenes. Pero al mismo tiempo se urden las intrigas más turbias. En venganza, y para alimentar el fanatismo de los suyos, Mahoma decide la muerte de Zopir, e impulsado a la vez por celos atroces hacia Seid, al que sabe amante de Palmira y amado por ésta, a la cual él también desea, impulsa al joven a dar muerte al jeque, presentándole este crimen como una sagrada misión ordenada por Alá.
Zopir muere a manos de Seid, después de que el jeque se ha dado cuenta de que él y Palmira son los hijos llorados durante tanto tiempo como perdidos, y después de haberles incitado a la venganza. Pero Seid expira por obra de un veneno que le ha dado Mahoma, precisamente cuando iba a lanzarse contra el falso profeta, y Palmira se mata con el puñal de su hermano. Mahoma, que presencia la desgraciada muerte de Palmira, adquiere conciencia en un soliloquio de su íntima perfidia, pero termina ordenando a Ornar que haga desaparecer las huellas de tanta vergüenza y salve su gloria escondiendo a su pueblo fanático todo cuanto en él hay de débil y de humano. Mahoma, literariamente, no es una obra de gran valor; su importancia reside en el hecho de que Voltaire trató de hacer con ella una obra de propaganda filosófica y revolucionaria. Al aparecer suscitó gran revuelo, y sufrió violentas persecuciones por su crítica despreocupada, y si no profunda, viva y audaz contra todas las formas de fanatismo, de superstición y de sumisión a dogmas y leyes arbitrarias e irracionales, que habían dominado hasta entonces. Junto al Ensayo sobre las costumbres (v.), Mahoma contribuyó a hacer de Voltaire el jefe reconocido de los teístas y los librepensadores de su tiempo.
L. Fuá