El Diario de Boswell, James Boswell

[Boswell’s London Journal]. Se trata del diario del escritor inglés (1740-1795), autor de la célebre Vida de Samuel Johnson (v.) La familia del autor se opuso a la publicación de los numerosos manuscritos que Boswell dejó a su muerte, a causa del carácter a menudo escabroso de las revelaciones que hacía sobre sí mismo; estos papeles, como consecuencia de las su­cesivas particiones por herencia, fueron dis­persándose o se extraviaron, hasta el punto de que llegó a creerse que habían sido des­truidos. Sin embargo, las cartas fueron en­contradas poco a poco en Francia y Esco­cia; pero sólo con la muerte del último des­cendiente de Boswell en línea directa, fue levantada la prohibición y la universidad de Yale (Estados Unidos) pudo entonces adquirir y reunir todos los documentos y emprender su publicación.

El primer volu­men, que apareció en 1951, es el Diaño de Londres. Hijo de Lord Auchinleck, abogado en el foro de Edimburgo, Boswell partió ha­cia Londres en 1762, para intentar obtener un nombramiento de oficial, que le fue dene­gado. Su Diario es la relación minuciosa de su viaje, de su permanencia en Londres y de su vida en los ambientes más elegantes de la capital, sin olvidar el capítulo de sus amores (de los que habla con una franque­za y sinceridad que nos recuerda la misma franqueza del Diario de Pepys, v.) Ambicio­so, corteja al duque de Queensberry, asiste a la apertura del Parlamento, escucha el discurso del Trono, y es recibido en los me­dios más aristocráticos.

Espíritu abierto y curioso, frecuenta los medios literarios, en particular los de la librería de Davies, de­dicados al teatro, donde encuentra a Ga- rrick, Sheridan y Macpherson. Frecuenta so­bre todo al Dr. Johnson, naturalista, escri­tor y hombre de espíritu, que le causa la más viva impresión. Éste es el principio de una amistad que había de llegar a ser cé­lebre. El joven Boswell es admitido en la intimidad de Johnson: le acompaña en sus paseos y, al atardecer, toma nota de sus conversaciones, que serán el esbozo de su famosa Vida. Es Johnson quien le anima a viajar por Europa para perfeccionar su co­nocimiento de los hombres y del mundo. Concluye este volumen la víspera de la partida de Boswell al continente, en agosto de 1763.

La lectura de esta obra es singular­mente interesante. El estilo es sencillo y natural: la juventud del autor se revela a cada instante en la ingenua sinceridad y va­nidad, excusable sin embargo en un joven tan bien dotado, que da de sí las mayores explicaciones. Pinta los hombres y los he­chos con acusado relieve y habla claro y abundantemente de la vida londinense del siglo XVIII. Este Diario es todavía algo más, es un documento humano del mayor inte­rés, pues el autor se dedica, sin reservas, a analizarse con agudeza y acritud. Bajo cualquier aspecto resiste la comparación con el Diario de Pepys e incluso con las Confesiones (v.) de Jean-Jacques Rousseau.

Enc. Noguer