[Des tropes ou des différents sens dans lesquels on peut prendre un même mot dans une même langue]. Tratado, que se ha hecho famoso, del gramático francés César Chesnau Du Marsais (1676- 1746), publicado en París en 1730.
Está dividido en dos partes: una general en la que se expone la teoría de los tropos, y una particular en la que se analiza, catalogándolas y explicándolas con ejemplos, cada una de las figuras retóricas, desde la catacresis a la onomatopeya. Se añaden después algunas observaciones sobre la subordinación de los tropos, sobre el lugar recíproco que deben ocupar, sobre su uso y abuso en todas las lenguas y en todos los tiempos. El valor del tratado reside, sin embargo, en la parte general, en la que el autor expone sus propias teorías sobre el arte y la ciencia retórica. Montaigne había afirmado ya en sus Ensayos (v.) que la metonimia, la alegoría y la metáfora no son formas de un lenguaje rebuscado y peregrino, sino que se encuentran en la conversación de cualquier criada. Du Marsais, inspirado seguramente en estas observaciones, sostiene que las antítesis, elipsis, interrogaciones, apostrofes, etc., son de constante uso en la lengua vulgar, ya que nadie puede renunciar a dar vivacidad, fuerza y gracia al habla para despertar la atención, el placer o la emoción.
El autor reconoce también que no siempre la belleza del lenguaje es debida a los tropos, y que no faltan ejemplos en los que la concisión extrema confiere vigor a la expresión. Las tragedias ofrecen a menudo modelos de esta extremada y casi ruda brevedad. La importancia de Du Marsais en la historia de la retórica consiste en haber afirmado por vez primera, de modo enérgico y coherente, el origen vulgar de las figuras retóricas, sustrayéndolas al dominio de la expresión literaria. Pero esta importancia es limitada, por cuanto todavía mantiene la distinción entre estilo «desnudo» y estilo «adornado», avalando un dualismo entre contenido y forma, entre intuición y expresión, que no será superado hasta mucho después.
D. Zerboni