[De Trinitate]. Tratado polémico contra los arríanos, en dos libros, de San Hilario de Poitiers (principios del siglo IV).
El título no corresponde al tema fundamental de la obra, que se ocupa sobre todo de la naturaleza de Cristo; probablemente su verdadero título era La Fe, y posiblemente La Fe contra los arrianos. Es la obra más importante de S. Hilario, y además de combatir a los arríanos, se dirige contra los sabelianos, los gnósticos y los hebreos, con una profundidad y una sutileza completamente nuevas en los escritores de la Iglesia occidental, y procedentes de los estudios hechos por S. Hilario de la literatura grecocristiana. En el primer libro S. Hilario expone el esquema a seguir en el resto de la obra, y enuncia los argumentos que luego serán profundizados en el curso de la misma; el segundo y el tercero tratan de la generación divina del Hijo y de sus relaciones con el Padre; desde el cuarto libro se inicia la parte estrictamente polémica.
La importancia de esta obra radica sobre todo en haber dado a conocer en el occidente los frutos de la especulación de la Iglesia oriental, y en este sentido S. Hilario ha ejercido una notable influencia y merece ocupar una posición destacada en la literatura cristiana. Desde el punto de vista histórico, el tratado nos ha conservado algunos importantes documentos del arrianismo, como la carta de Arriano a Alejandro. Separándose después netamente de los escritores que le habían precedido, S. Hilario da y declara dar importancia a la forma de su exposición, y al comenzar su tratado invoca a Dios para que le ayude también en este cometido; su estilo es oratorio, y según S. Jerónimo, muestra la imitación de Quintiliano; el influjo de Salustio aparece evidente sobre todo en el proemio.
La frase es amplia y rica, a menudo demasiado adornada de imágenes, y a veces oscura por la dificultad de traducir al latín la terminología griega, pero toda la obra respira una convicción y una pasión ardiente que con frecuencia arrastran al autor a incurrir en injustas exageraciones, pero que dan a la obra una fisonomía particular y constituyen un motivo no secundario de la fama que alcanzó y continúa teniendo entre los escritos de la literatura cristiana.
E. Pasini