Crónica de San Juan de la Peña

[Crónica deis reis d’Aragó e comtes de Bar­celona]. Fue Zurita quien equivocadamente designó a esta crónica con el nombre del an­tiguo monasterio aragonés. En realidad se trata de una historia general de la confe­deración catalanoaragonesa redactada por orden de Pedro el Ceremonioso sobre el es­quema que le facilitaban las antiguas Gesta comitum Barchinonensium et regnum Aragonum (v.). Se conservan de la crónica que estudiamos cuatro versiones en catalán, dos en latín y una en aragonés. Una de las ver­siones catalanas es la más antigua entre to­das las conservadas y de ella se derivan las demás, pero a su vez ella parece derivarse de una redacción latina perdida. Esta primitiva redacción latina habría sido es­crita antes de 1359 y después de 1336 sobre la base de la segunda versión latina de las Gesta antedichas, ampliadas sobre todo con la ayuda de la Historia Gothica (v.) de Ro­drigo Jiménez de Rada y de antiguas fuen­tes historiográficas navarro-aragonesas, y continuadas hasta la muerte de Alfonso el Benigno.

De dicha redacción latina se ha­bría hecho en 1366 la primera versión ca­talana hoy conservada, de la cual derivan: la segunda versión catalana algo compen­diada escrita en el período 1372-1375; una versión latina debida se «Guillem Nicolau, capellán de la reina Violante y traductor de Ovidio, ejecutada entre 1369 y 1375; y una versión aragonesa de fecha incierta pero probablemente próxima a la de las otras dos versiones y quizá poco posterior a 1372. De la segunda versión catalana derivaría poco después mediante nueva ampliación la tercera redacción catalana. Por otra par­te la traducción latina de Guillem Nicolau fue nuevamente vertida al catalán por Gas­par de Talamanca en la segunda mitad del siglo XV. A excepción de los nombres de Nicolau y Gaspar de Talamanca, descono­cemos los de los autores de las distintas versiones antedichas; no obstante, se ha sugerido con algún fundamento que el su­puesto original latino anterior a 1359 po­dría haber sido obra de Tomás de Canyelles. Esta crónica, en sus distintas versio­nes ha tenido una gran influencia en la historiografía catalana, ya que de ella de­rivan, entre otros textos, multitud de com­pendios y genealogías de los condes-reyes de Cataluña y Aragón, y a ella han acu­dido en demanda de información muchos cronistas, compiladores e historiadores, entre los que destacan Tomic, Carbonell y Zurita.

M. Coll y Alentorn