Cancionero en dialecto siciliano, bastante popularizado en Sicilia, cuyo título es el nombre de la mujer amada por el poeta. De las varias producciones literarias de Antonio Veneziano (1543-1593), amigo de Cervantes, ésta es la única que ha perdurado, no tanto por virtud de su intrínseco valor poético, sino porque la obra participó de la aureola de leyenda que el pueblo concedió, con su conmiseración, a la vida azarosa y desgraciada del poeta. Se compone de doscientos noventa poesías de ocho endecasílabos de rima alterna, metro que en la poesía popular siciliana ya se encuentra en los tiempos de la corte normando- sueva. Casi siempre el poeta, con todo y mantenerse sencillo y popular en la entonación, logra imágenes y situaciones parecidas a las de Tasso, de Dante y aun del Petrarca, como en aquella octavilla en que, envidioso de la hierba del prado donde su gentil ninfa va a retozar, desea ser transformado en hierba o en flor para ser por ella hollado. «Cuánto os envidio, hierbecias y flores / que sois tocadas y pisadas por tan bellas plantas» [«Quant’invidia ve porto, erbette e fiori / calcati e tocchi dalle belle piante»], había dicho un petrarquista en los principios del «Quattrocento», y el poeta lo adorna diciendo: «Verde prado, donde entre aromas y verdor / Mi gentil ninfa viene a pasear / Pintado de tan diversos colores / Amarillos, azules, encarnados, oscuros y claros. / Ruégala que te conceda este favor, / porque a ti tampoco quiere amarte, / que me transforme en hierba o en cualquier flor / Y que después venga a pisarme» [«Virdi pratu, unni fra oduri e virduri / La mia gentili ninfa vini a stari, / Pintu di tanti diversi culuri / Giauni, azzoli, virmigghi, oscuri e chiari. / Prégala che ti fazza stu fuvuri, / pirchl a lu mancu nun ti voli amari, / che mi tras- forma in erva o in qualchi ciuri/ — E chi di poi mi venga a scalpisari»]. Poesía en la que la hermosura del canto popular se suma a la elegancia de un poeta docto en griego y latín, que en su predilección por determinadas formas y por sus conocimientos literarios humanísticos recuerda a Poliziano. El éxito que en todo tiempo tuvo este cancionero ha hecho que siga siendo impreso en ediciones de carácter popular.
G. Franceschini