Publicadas en «Philosophical Transactions of Royal Society» de Londres en 1850 y en 1878, estas memorias de James Prescott Joule (1818-1882) reúnen los resultados de las largas investigaciones realizadas por el autor para determinar el equivalente mecánico de calor, esto es, la relación constante que existe entre el trabajo mecánico gastado y el calor producido. En la primera memoria son descritos los experimentos, realizados del modo siguiente: el calor era desarrollado haciendo girar un molinillo de paletas dentro de un líquido (Joule utilizaba agua o mercurio); o bien frotando un disco de hierro fundido con una anilla también de hierro, que mediante una palanca se oprimía contra él. Todo el sistema era encerrado en un calorímetro que indicaba exactamente la cantidad de calor desarrollado. El trabajo que producía aquel calor era proporcionado por la caída de pesos que provocaba la rotación de las paletas en el líquido del calorímetro.
Los resultados demuestran que el equivalente dinámico de la caloría correspondía a 772,6 en medidas inglesas. De sucesivos estudios efectuados por Joule sobre el calor desarrollado por el paso de la corriente (es sabido que Joule descubrió la ley que da la cantidad de calor desarrollada por la corriente en relación con el cuadrado de su intensidad, con la resistencia del conductor y con el tiempo) el investigador halló un equivalente dinámico del calor que difería del hallado anteriormente. Joule repitió entonces sus experimentos con un método perfeccionado, y el resultado, referido en sus memorias de 1878, daba un valor de 773,369, en medidas inglesas equivalentes a 427 kilográmetros por gran caloría, con una coincidencia sorprendente respecto a las medidas obtenidas cuarenta años antes. El primer principio de la termodinámica, o principio de la equivalencia (entre calor y trabajo), tiene grandísima importancia para la ciencia y para la técnica.
O. Bertoli