[Dell-arte istorica]. Cinco tratados de Agostino Mascardi (1590-1640), publicados en un volumen «in quarto» (Roma, 1636). En el primer tratado estudia el autor el objeto de la historiografía, su división, su fin («la utilidad, pero unida al deleite») y su identificación con el arte. En el segundo, de la mano de Cicerón, trata de la verdad de la historia y de las causas de donde pueda nacer la falsedad. En el tercero, trata de la dependencia recíproca de la historia y de la filosofía civil; de si pueden mezclarse las narraciones con las enseñanzas; de si en lo histórico pueden buscarse las razones de los acontecimientos que narra y enjuiciarlos. Consagra el cuarto especialmente al estilo, que define como «la manera particular e individual de razonar y escribir, que nace del ingenio particular de cada autor en la aplicación y el uso de las maneras de hablar». En el quinto, el más amplio e importante, define las relaciones de la historia con la poesía y con la oratoria, admitiendo que la historia puede «amplificar y conmover los afectos».
Discute si en lo histórico es admisible la alabanza o el vituperio de lo que se narra; expone las varias doctrinas (especialmente las de Castelvetro y Tasso) sobre las relaciones de la poesía con la historia, asignando a la historia el «orden natural» y a la poesía el «artificial o perturbado»; indica las diferencias en el uso de la descripción, entre historiador, poeta y orador; trata del «modo de decir» que mejor cuadre al historiador, en una página de fino análisis del estilo, que es en sí misma un ensayo de su estilo propio. Termina con discusiones y normas sobre el uso de las sentencias, de los epifonemas y de las comparaciones. En todas las cuestiones que trata en su libro, el autor compara las opiniones más opuestas, tomando estas opiniones de los grandes maestros de la filosofía, de la historia y del arte literario, entre los clásicos y los modernos. Aunque los conceptos del autor sobre la historia, sus fines y sus relaciones con la poesía, y las reglas sobre su arte y su estilo, estén bien lejanas de la concepción moderna de la historia y de la historiografía, no es poco su mérito por haber puesto en discusión cuestiones que son todavía actuales, y haber recogido un rico material ilustrativo.
G. Pioli